Real Madrid y Barcelona reeditan el clásico en la segunda semifinal

En esta ocasión uno de los dos colosos de la ACB se despedirá de la Supercopa a las primeras de cambio, en un torneo marcado por la hegemonía blanca y azulgrana y también por la maldición del anfitrión, ya que nunca en la historia el equipo local ha logrado proclamarse campeón. El duelo entre madridistas y azulgranas se presenta como una revancha para el Barça tras la última Liga conquistada por los blancos. Sin embargo, faltarán grandes protagonistas de entonces, como es el caso de Sergio Rodríguez en el equipo de Pablo Laso, y de Xavi Pascual en el banquillo azulgrana, ahora ocupado por el griego Georgios Bartzokas. La novedad más atractiva será Víctor Claver, que con la camiseta azulgrana se enfrentará por primera vez a sus amigos y compañeros en la flamante medalla de bronce olímpica (Sergio Llull, Rudy Fernández y Felipe Reyes). Con ellos también podía haber coincidido esta temporada en el Real Madrid, aunque fue finalmente el club catalán el que contrató al ala-pívot valenciano.

«Juego alegre y ofensivo»

Claver es uno de los tres únicos fichajes del Barça, que sólo podrá contar este viernes con dos nuevos refuerzos -él y el base Tyrese Rice-, ya que el finlandés Petteri Koponen, aunque fue dado de alta ayer, no está aún en condiciones de jugar tras el traumatismo craneoencefálico sufrido en un accidente de tráfico.

El Barça es el gran dominador de la Supercopa, con seis títulos -dos más que el Madrid y el Baskonia-, está más rodado que los blancos y dispone de mimbres suficientes para intentar derribar a un equipo que es una incógnita, sobre todo, físicamente.

Los blancos se han reforzado con el músculo de Anthony Randolph y Othello Hunter, además de recuperar para la dirección a Dontaye Draper, aunque paliar la ausencia de Sergio Rodríguez es uno de sus principales objetivos.

A pesar de haber perdido la magia del Chacho, el técnico vitoriano Pablo Laso asegura, como no puede ser de otra manera, que su idea de juego, alegre y ofensivo, «no debe variar mucho».