Carlos Pérez de Arrilucea
Domingo, 7 de agosto 2016, 23:17
La experiencia de los últimos años enseña que no hay operación de traspaso, por compleja que sea, que no sean capaces de llevar a buen puerto el Baskonia y el Barcelona. Desde Marcelinho Huertas o Brad Oleson hasta Maciej Lampe o Tibor Pleiss, la dirección ... de la venta siempre ha ido en el mismo sentido, del Buesa Arena al Palau. Sacrificio deportivo para los baskonistas a cambio de una vía más de refinanciación.
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Ahora, Adam Hanga se ha convertido en el último protagonista de la saga de transacciones entre ambos clubes. Una vez más, el que preside Josean Querejeta se mantiene fiel a su querencia vendedora e intenta aprovechar el estado de necesidad culé, golpeado por el asedio de un postor más acaudalado como la NBA, que le ha arrebatado a Álex Abrines y Tomas Satoransky a cambio de 3,5 millones de euros. El Barcelona protagoniza un verano de dispendios tras comprar por dos a Víctor Claver y a Tyrese Rice por un millón, aparte de desembolsar alrededor de medio por la libertad del técnico Giorgios Bartzokas. Ante semejante prodigalidad no es de extrañar que el Baskonia tense la cuerda a la hora de buscar el mejor precio a cambio de desprenderse de uno de sus pilares.
En su objetivo de cubrir el puesto de alero titular, el Barcelona tiene en su mira a Adam Hanga, pero también juega sus cartas a la hora de rebajar en lo posible el precio a pagar. Según fuentes conocedoras de la operación, las conversaciones entre los dos clubes han protagonizado una frenética sucesión de ententes y posteriores rupturas.
Momentos de sintonía alternados con giros en los que las posturas se alejaban. Tal y como confirman dichos medios a este periódico, el Baskonia incluso ha llegado a solicitar una compensación que ascendería a 1,5 millones de euros. Se trata de un listón económico demasiado alto para un Barcelona que, en los últimos días, también ha decidido frenar la compra de Guillem Vives para apuntalar el puesto de base debido a las excesivas pretensiones del Valencia Basket.
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De momento, el hilo de conexión no se ha quebrado en el caso del tres magiar a pesar de que las posturas sean distantes. El problema es que, mientras se proceda al pacto de rescisión, el posible acuerdo entre el exterior de Budapest y el Barcelona todavía debe esperar. Al final, se trata de un pulso de nervios en el que todas las partes intentan disimular sus respectivas necesidades.
El hecho de que el contrato baskonista de Adam Hanga no cuente con cláusula fija de rescisión para equipos europeos alimenta la puja. Pero no es menos cierto que su relación laboral con el Baskonia concluye al cierre de la próxima temporada. Entonces, sería imposible obtener beneficio alguno por su marcha, a no ser que mediara una prórroga de su contrato. Y en este último escenario no ha habido profundización alguna por ahora entre el jugador y la entidad. Es más, lo más lógico es que, de quedarse en Vitoria, Hanga, con 27 años, complete su último curso como azulgrana dispuesto a quedar libre de ataduras el próximo verano.
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