Mike James prueba suerte en el fútbol

No comenzó bien la prueba para el matador más espectacular del Baskonia, cuyos muelles están en plena forma para saltar, pero que no lo están tanto para golpear el balón. Cinco penaltis consecutivos fallados sirvieron al baskonista para tomar las medidas de la portería de fútbol para marcar el primero de ellos, pero había agotado gran parte de su crédito. Tras marcar otros tres goles consecutivos, fallaba el penúltimo obligando a James a marcar su décimo y decisivo lanzamiento. Con clase y con más confianza que en los primeros lanzamientos, James lanzó con solvencia el último lanzamiento, como si de un futbolista profesional se tratase, para lograr completar su reto.

También Hanga y Tillie

No pudieron aguantar sus compañeros de vestuario, Hanga y Tillie, la tentación de someterse a la prueba de los penaltis y también quisieron demostrar su habilidad con el balón de cuero. El húngaro dejó claro que de no haber sido jugador de baloncesto hubiera sido futbolista. El jugador marcó goles con estilo y clase a raudales, marcando penaltis a Aritz Castro con potencia y colocados con precisión.

No le fue tan bien al jugador francés que optó por la posición de guardameta, pero dejó de manifiesto que lo suyo no es estar bajo los palos de una portería, sino bajo los tableros de una cancha de baloncesto.