El Euromillones del viernes: comprobar resultados del 31 de enero

El Laboral Kutxa, haciendo gala de su potencial ofensivo, se desembarazó ayer con facilidad de un flojo Gipuzkoa. Fue un choque excesivamente desigual; nunca tuvo un instante de competitividad. Los baskonistas fueron ampliando sus ventajas sin prisa pero sin pausa. Su velocidad e intensidad son ... excesivas para el estado actual de los guipuzcoanos. Incluso, la diferencia pudo ser mayor si en el último cuarto no se hubieran repartido minutos entre los menos habituales. Ni así reaccionaron los visitantes.

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De todas maneras y previniendo los esfuerzos que se avecinan fue de agradecer. El partido resultó ser un bálsamo en el que confirmar el grado de solidez que atraviesa el juego del Laboral Kutxa. Y en este sentido el equipo funcionó. La defensa fue correcta y la fluidez ofensiva carburó. Algunos altibajos cuando estuvieron en pista los menos habituales juntos, sin la ayuda de los titulares, pero en general con buena respuesta, sobre todo desde el compromiso. Nunca se perdió la proyección de los 100 puntos.

Más importante y reseñable que el partido en sí fue, sin duda, por un lado la incorporación de Hanga al equipo después de la lesión, con un rendimiento excelente, y por el otro,la excelencia de Corbacho para anotar desde la posición de tres puntos con pocos fallos siete de ocho intentos esta vez, sobre todo porque conseguir estos porcentajes cuando uno no es habitual en la pista está al alcance de muy pocos.

El Laboral Kutxa va resolviendo excelentemente su acumulación de bajas porque dispone de jugadores que suman como dos. Me refiero a Bertans y James. No es que puedan actuar en dos posiciones, es que son baloncestistas de dos posiciones con un rendimiento estable en cada una, Así que poner a James a jugar de alero o de base y a Bertans de pivot o de alero nunca son un remiendo. Un recurso más del que disponen muy pocos equipos y que el Baskonia está aprovechando de maravilla.

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Por eso las bajas se notan menos, pero están presentes. De cara al esfuerzo final, el Laboral Kutxa agradecería, y mucho, recuperar a sus lesionados. Necesita mantener la frescura suficiente para dar el do de pecho. A lo largo del año se han comportado con la fiabilidad suficiente para pensar que pueden darlo. Una vez llegados aquí, no creo que a nadie se le pase por la cabeza de que no van a intentar aprovechar la ocasión.

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