Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
Sergio Eguía
Martes, 19 de abril 2016, 14:10
«Ahogadlos en el OAKA, eliminadlos en Vitoria». Ese era ayer el titular de uno de los diarios deportivos de Grecia. Y no es que con un país con problemas para mantenerse a flote la inteligencia y la educación hayan saltado por la borda. En ... la Atenas moderna son así. En una de las principales cunas de la civilización, el baloncesto siempre se ha vivido así. Caótico, sin límites. El año pasado la Policía tuvo que vigilar durante días la casa de Spanoulis, después de que el presidente de Panathinaikos (donde el base de Olympiacos jugó hace años) le amenazara al final de un partido. Estas fueros son palabras: «Te mataré a ti y a tu familia, me follaré a tu madre. Mandaré a tu esposa e hijos a la tumba, jodido bastardo».
Por lo tanto nadie se sorprenderá de lo que pueda esperar esta tarde al Laboral Kutxa en un pabellón conocido, y con razón, como El Infierno. Claro que nuestro Baskonia, cual Fausto de la canasta, ya engañó, hace10 años y en el mismo escenario, a estos diablos, que pensaban pactada la fecha de la muerte de un play off similar al que hoy nos ocupa. 'Today is the new OAKAzo day'. El equipo debería saltar al campo con camisetas rotuladas en inglés para que los 20.000 demonios de la grada lo entienda. El fuego se apaga con napalm.
Independientemente de lo que suceda, de lo que a Lamonica le salga del silbato, de que se gane o se pierda (algo dentro de lo normal), el partido de hoy será un espectáculo de primerísimo nivel, que nadie debería perderse. Un teatro no exento de riesgo, pero que ayuda a engrandecer un deporte pensado para los amantes del nervio y las emociones a flor de piel. El OAKA es mística e historia del baloncesto europeo y como tal hay que tratar al gigante pabellón griego, pero lo que atrae es su leyenda negra. Repasamos los tres momentos más oscuros del Olímpico de Atenas.
Salida a la carrera tras el Oakazo
En famoso Oakazo del 12 de abril de 2006 es buena prueba de cómo se las gastan en la cancha griega. Hace justo 10 años, con Velimir Perasovic en el banquillo azulgrana, como ahora, y con Scola, Prigioni o Splitter en el equipo, el plantel baskonista tuvo que huir de la cancha tras el triunfo (71-74), amenazados por la lluvia de objetos procedentes de la grada. Las monedas voladoras, tanto aquí como en el vecino Palacio de la Paz y la Amistad, han sido un clásico heleno.
La bocina silenciosa
Pero no solo entre el público pasan cosas 'raras'. Cinco años antes, en el primer partido de la serie en la que luego Stombergas marcó el récord europeo de nueve triples sin fallo, se tuvo que volver a jugar todo el primer encuentro porque a la mesa se le fue el tiempo y el AEK (que comparte cancha con Panathinaikos) ganó (75-74) con una canasta tres segundos fuera de tiempo. Un escándalo fue mayúsculo y el duelo quedó anulado por el juez único de competición. Se ganó el 'revival' (los tres partidos del play off) y los azulgrana llegaron la primera final.
Amenaza de bomba
Todo esto por no hablar de las multas. Solo en las tres últimas temporadas el Panathinaikos ha sido castigado con 349.503 euros en multas por la Euroliga, repartidos en un total de 25 sanciones -la más alta, de 150.000, en mayo de 2015 ante el CSKA-. Bengalas, petardos, sirenas, punteros láser, invasiones de cancha... La cara más triste del deporte. Como esa amenaza de bomba que en diciembre de 2014, en un duelo ante el Barcelona (67-80), obligó a desalojar el recinto en el descanso para que la policía pudiera identificar elementos explosivos. Fue una falsa alarma y, al no hallar nada, el público pudo regresar al pabellón y el partido se reanudó.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Fallece un hombre tras caer al río con su tractor en un pueblo de Segovia
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.