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Viernes, 11 de marzo 2016, 08:43
A Adam Hanga le tocó ayer poner en palabras ante la prensa la satisfacción del triunfo contra el Khimki. Y de la misma manera que no se salió del carril de la cautela, el alero húngaro proporcionó algunas de las claves para lo que queda ... de Top 16. Porque si es cierto que el Laboral Kutxa aún no ha sellado matemáticamente la clasificación para el play off, también lo es el hecho de que puede clasificarse entre los dos primeros. Y ello proporcionaría una ventaja sustancial en el cruce de cuartos, la del factor cancha a favor. «Debemos ir lo más arriba posible», manifestó el magiar. «Intentar ser primeros o segundos porque es mucho mejor», dijo en referencia a la eliminatoria posterior. «Para mí es un sueño jugar el Top 8». «Estamos muy contentos».
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El análisis de su entrenador, Velimir Perasovic, en este sentido fue mucho más cauto. El técnico croata siempre prefiere ponerse en el peor de los supuestos para evitar frustraciones. Así, al ser preguntado por la importancia de la séptima victoria y de su incidencia en la clasificación, el preparador azulgrana dijo que «estamos igual que antes». Luego, al ser insistido por los periodistas reconoció que «estamos más cerca que ayer del Top 8».
«Pero es que no puedo decir más porque todavía no estamos clasificados», se defendió. «Nos quedan cuatro partidos, contra CSKA allí, Real Madrid y Barcelona en casa y Brose fuera y podemos perderlos los cuatro. Son contra rivales muy fuertes. Podemos ganar y podemos perder. ¿Y qué pasaría entonces? No puedo echar las campanas al vuelo, debo estar con los pies en el suelo. Cuando nos hayamos clasificado hablaré de otras cosas. Hay que seguir porque nos queda un largo camino».
Respecto al partido, el entrenador del Baskonia relató que en los dos primeros cuartos «no nos encontramos bien». «Era un partido abierto, con mucho acierto y defensas menos agresivas, menos duras de lo que nos gustaría». Afortunadamente, señaló, el cariz del choque cambió tras el paso por los vestuarios. «En el tercer cuarto el equipo ha estado mucho mejor. Hemos recibido pocos puntos en contra. Quince, pero si restamos la última jugada de un 3+1, solo once». Fue en ese lapso de tiempo cuando el partido «se rompió. Luego, en el último cuarto aguantamos».
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