El 'cinco' está en el mercado americano

En realidad, habrá que precisar que el Baskonia no se cierra ninguna puerta, que su ojo avizor gira 360 grados en el universo de la canasta. Pero si lo anterior constituye una verdad palmaria, no es menos cierto que este mundo gira en torno al sol americano. Es posible que a corto plazo surja alguna oportunidad en algún otro punto del globo, pero la experiencia indica que existen muchas más posibilidades de encontrar ese perfil de jugador allí que en cuanquier otro lugar.

Además de la cantidad y la calidad, el mercado americano dispone de otro aliciente tan importante como los anteriores: es posible encontrar elementos válidos a un precio asequible. Es cuestión de acertar, pero existe un elevado número de jugadores con grandes posibilidades de ofrecer un elevado rendimiento en Europa. Casos recientes como Othello Hunter, Brent Petway o Bryant Dunston, que llegaron al Viejo Continente en clase turista, ahora son piezas cotizadas porque encontraron un club (el Olympiacos) que acertó a pedirles lo que podían dar y encajarlos en su engranaje.

El Baskonia ya ha explorado esa vía recientemente, con diversa fortuna y variado espectro, en los casos de Orlando Johnson, Doron Perkins, Colton Iverson o Darius Adams y Mike James. El exentrenador Marco Crespi era un firme defensor de ese tipo de baloncestistas; entre otras razones porque su precio permitía plantearse una rescisión sin excesivo quebranto económico y, en algunos casos, existían clásulas de extinción del contrato con vencimientos temporales.

Medir los tiempos

Tener el equipo casi edificado -al fichaje de Víctor Claver solo le queda la confirmación oficial y a Colton Iverson se le da por perdido, a la espera de lograr una indemnización- permite tomarse las obligaciones de cerrar el último fichaje -en principio- con relativa calma. Lo que se traduce en unos márgenes temporales más distendidos. Sin descartar que se establezcan contactos y negociaciones previas, el cierre de las operaciones puede demorarse hasta que las franquicias de la NBA empieen a realizar sus primeros descartes.

Los campus de entrenamiento de las franquicias americanas arrancan más o menos en el inicio del próximo mes. Para entonces habrá jugadores - y agentes- que ya conozcan si entran en ellos o no y si apuestan por tomar el billete a Europa. También hay baloncestistas invitados a estas sesiones de preparación -a las que las estrellas se incorporan más tarde, de forma paulatina y hasta voluntaria-, a la caza de un contrato para la campaña venidera. Pero muchos se quedan a las puertas de ese paraíso, lo que supone una segunda criba y otro caladero interesante en el que intentar pescar al codiciado cimarrón. La Liga profesional americana no arranca hasta finales de octubre, aunque ya semanas antes las plantillas quedan configuradas.