San Emeterio ayuda a Hanga a levantarse.
BASKONIA

El adiós de un trayecto convulso

El Laboral Kutxa pone fin a una campaña floja con un mal sabor de boca y pésima imagen

Daniel Sánchez-Harguindey

Domingo, 1 de junio 2014, 07:05

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El Laboral Kutxa cierra el telón de la temporada 2013-14 con una de sus peores actuaciones en su currículo. El guión ha contado con todo tipo de matices, la mayoría con un tono oscuro tirando a negro, y no ha sabido sobreponerse a las ... distintas adversidades que se le han presentado por el camino. Los alaveses, por segundo año consecutivo, se quedan fuera de las semifinales del "play off" de la ACB, -tras ocho seguidas anteriormente-, algo a lo que no tenían acostumbrada a la hinchada baskonista, que no le queda otra que agarrarse a la famosa refundación en busca de esa ilusión perdida, de esa esperanza de volver a codearse con la élite.

La eliminación a las primeras de cambio en la Supercopa y la Copa del Rey, la irregular temporada regular y la debilidad mostrada en el "Top 16", que ha servido de termómetro para medir el nivel real de los de Scariolo, han ejercido de precedente antes de caer en los cuartos de final del "play off", lo que sí estaba en todas las quinielas.

No obstante, el hecho de que hasta 19 jugadores hayan formado parte del plantel evidencia el inestable curso del equipo alavés. Las lesiones protagonizaron el día a día azulgrana en la primera fase de la campaña. Los temporeros taparon ciertas grietas pero insuficientes. Otro capítulo merece el tema de los bases. La apuesta por Hodge no funcionó y fue cedido, Poeta aportó lo que pudo, pero de cara a la fase final fue cortado para traer a un Renfroe que, sin tiempo, no ha dado un salto cualitativo respecto al italiano. Entre medias llegó Lamar Odom, un golpe de efecto que no fructificó en lo deportivo.

Y es que ya la planificación de la temporada dejó mucho que desear. Cierto es que la viabilidad económica no permitió demasiados lujos, pero entre el blanco y el negro se dan numerosas gamas de grises. El quinteto titular, aquel que le ha mantenido a flote en ciertas partes del curso, es la vieja guardia. Hodge, Jelinek, Hanga, Mainoldi y Hamilton, es decir, los fichajes, no han aportado prácticamente nada. Sólo el neoyorquino, cuando le acompañó la salud, ha contado con algunos trazos positivos.

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Y los cupos, exactamente lo mismo. Sólo un San Emeterio venido a menos en las últimas temporadas se salva de la quema. Porque, por ejemplo, Jelinek ha acabado en el fondo del banquillo sin opciones de jugar en los partidos decisivos tras una demostración de debilidad durante todo el curso. Exactamente igual que Mainoldi, un ala-pívot sin galones para jugar en el Laboral Kutxa. Mientras, Nocioni sigue mantenienfo viva la raza; el único jugador que participó en su día del "carácter Baskonia" y que intentó transmitirlo a este grupo. Pleiss y Heurtel parecieron secundarle. La afición se puso en pie para ovacionarle cuando fue sustituido, como pidiéndole que siga siendo la bandera del equipo de Zurbano. A ver qué decide el argentino.

La licencia A, en el aire

Esta eliminación no solo tiene el efecto de llegar al verano antes de tiempo. Puede repercutir en la licencia A de la Euroliga, de la que goza actualmente el club alavés. El reglamento es claro: en caso de que un equipo sin ese estatus alcance la final de su liga doméstica -como puede ser el Valencia- se le asignaría la licencia A en detrimento del peor clasificado que cuenta con ese privilegio, es decir, el Baskonia. En ese caso, el Laboral Kutxa debería aguardar a la entrega de las "wild cards", invitaciones -el año pasado se dieron tres-. A eso se agarra el club de Josean Querejeta.

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