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El hábito de resolver las cuestiones disciplinarias en privado es patrón general en el Baskonia, aunque su historial cuenta con algunas excepciones. La última se registró poco antes del arranque del duelo del pasado jueves ante el Barcelona, cuando la entidad azulgrana hizo pública la ... apertura de un expediente a Landry Nnoko. Las desavenencias, al descubierto, aunque la entidad de Zurbano no reveló las razones de semejante medida. El anuncio ponía el foco en el pívot camerunés poco antes de que el conjunto azulgrana firmara uno de sus mejores partidos de una temporada de inestabilidad extrema en rendimiento y resultados. Nnoko quedaba marcado, una estampa que perduró incluso después de la rotunda victoria ante el Barcelona (94-75).
Según ha podido confirmar este periódico, la apertura del proceso disciplinario responde a la decisión del jugador de ausentarse de los entrenamientos después de la fea derrota ante el Casademont Zaragoza, en la que nadie del grupo de jugadores presentes en cancha se salvó del reproche. El desencuentro da paso al enfrentamiento en una relación ya deteriorada con anterioridad. De fondo, la escasa aportación de un jugador con limitaciones técnicas claras y que no ha logrado llegar a los mínimos que exige el papel de 'cinco' de referencia.
Las desavenencias caminan hacia el divorcio entre dos partes que tienen claro que no están, ni mucho menos, hechos el uno para el otro. El problema es que hay un contrato de por medio hasta el final de la presente campaña. Es el mismo vínculo que ata al jugador en caso de que deseara buscar un nuevo destino en el presente curso, pero que también puede esgrimir si el club quiere romper la relación. La salida negociada parecía la opción más lógica, pero todo se enreda después de la rebeldía del interior africano y del proceso disciplinario abierto desde las oficinas del Buesa Arena. La situación no parece la más propicia para el diálogo, aunque ambas partes tienen lo suyo que perder entre tanta tirantez. Por parte de Nnoko, el hecho de haber aireado su indisciplina no ayuda a la hora de captar otros pretendientes en un mercado con poco movimiento. Mientras, el club aparta a un jugador y merma un poco más un juego interior que no anda sobrado de poderío.
Ahora, le toca al jugador presentar las alegaciones correspondientes tras ser expedientado por una actitud que tiene poca defensa. Cualquier queja por la escasez de protagonismo o por las supuestas dificultades a la hora facilitar una salida quedan en segundo plano ante una infracción como la de no presentarse a una sesión de entrenamiento sin causa justificada. En condiciones normales, el proceso, como otros muchos que no suelen ni asomar a la luz pública, se resolverá con una multa económica que se descontará del sueldo de Nnoko. En principio, este tipo de expedientes suelen ser el prólogo a la despedida. De darse este siguiente escenario, queda por ver qué camino tomaría el club azulgrana a la hora de cubrir la vacante dejada por el camerunés.
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