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El Baskonia ve cómo se acerca el inicio de la campaña 2019-2020 mientras constata la evidencia de que su pretemporada no ha hecho más que empezar. Los trabajos de preparación pudieron arrancar a finales de agosto, pero la realidad es que solo acumula ... un puñado de jornadas desde que la totalidad de los jugadores de Velimir Perasovic se encuentra ya en el redil del Buesa Arena. Consumado el retorno mundialista de Garino, Vildoza y Eric, poco menos que toca volver a empezar mientras también se cruzan los dedos para una pronta recuperación de los lesionados Henry y Stauskas. Quedan aún horas de entrenamiento con los recién retornados para ensamblar un equipo que la próxima semana comenzará un maratón de partidos sin apenas apeaderos para el descanso.
En esta tesitura, el último ensayo disputado en el Buesa Arena con el Iberostar Tenerife como rival no deparó demasiadas sorpresas. Un duelo de pretemporada clásico, con dos rivales que todavía buscan el norte en su juego, escasos de armonía colectiva y con chispazos individuales más o menos vistosos pero también inconstantes. El Trofeo Álava volvió a ejercer un año más como una promesa de reencuentro entre el conjunto azulgrana y sus aficionados, pero volvió a quedar claro que el socio prefiere guardar fuerzas para choques de mayor enjundia. Entre las ausencias y la reaclimatación dispersa, las señas del juego de este nuevo Baskonia apenas se dejan ver. Sobre el papel, el rediseño invita a figurarse una escuadra con capacidad para un gasto alto de energía. El problema es que las piernas pesan y la armonía no sobra en un equipo todavía muy verde. Como no podía ser de otra manera a mediados de septiembre.
Lo que sí queda claro de los duelos de pretemporada es el peso de Youssopha Fall en este Baskonia de nuevo cuño. Hay un muro visible, pero también muchos ladrillos que ajustar alrededor. El gigante senegalés puede tener sus flancos débiles y sufrirá sus giros difíciles en la adaptación, pero aspira a ser una pieza capaz de cambiar de manera radical la dinámica de un partido. Queda por ver en qué medida logrará hacerlo en choques más trascendentales y comprometidos, pero este jueves dejó una muestra ante el Iberostar Tenerife, que se sintió dominador de la primera parte después de un aguacero rotundo de Sasu Salin desde más allá de la línea de 6,75. Sus seis triples sin fallo ayudaron al equipo de Vidorreta a alcanzar el descanso con una ventaja de 37-44.
El Baskonia se había mostrado hasta entonces desacompasado y sumido en el despiste general. Irrumpió entonces Fall con su figura interminable para encajonar al Iberostar a través del rebote ofensivo. Puntos y segundas oportunidades mientras Shengelia entraba en combustión y los locales se ponían por delante en el marcador con un parcial de 12-2 (51-46, minuto 24). La activación de Shields cambió la cara del Baskonia, aunque los isleños fueron capaces de no caerse del partido. Las distancias cortas se mantuvieron en el marcador hasta un último cuarto en el que Fall volvió a su versión intimidadora hasta ser eliminado tras su quinta personal a dos minutos del cierre y con un 73-70 en el marcador. El Tenerife se aferró a un Salin que perdió la mira en el tiro mientras Granger y Shengelia se encargaban de rematar el encuentro con una última ráfaga de cinco puntos.
Kirolbet Baskonia
Granger (7), González (5), Shields (15), Shengelia (12) y Youssoupha Fall (17), -cinco inicial- Vildoza (7), Garino (1), Pollonara (2), Diop (4), Janning (5) y Eric (3).
78
-
75
Iberostar Tenerife
Lundberg (6), Dani Díez (-), Salin (21), Atkins (8) y Shermadini (11), -cinco inicial- Huertas (6), Gielo (-), Yusta (5), Singler (12), Fran Guerra (2), Cabrera (-) y Suárez (4).
Parciales: 16-27, 21-17, 20-11 y 21-20
Árbitros: Juan Carlos García, Sergio Manuel y Rubén Sánchez. Eliminaron por faltas personal al local Fall (min. 38).
Incidencias: Partido amistoso de pretemporada, correspondiente al Trofeo Álava, disputado en el Fernando Buesa Arena de Vitoria ante 5.265 espectadores. Antes del inicio del partido se homenajeó a los argentinos Patricio Garino y Luca Vildoza, que obtuvieron la medalla de plata en el Mundial de baloncesto disputado en China.
El Buesa Arena apenas alcanzó los 5.265 asientos ocupados en un Trofeo Álava un tanto frío. Es la marca habitual de la cita de cada año, que intenta ejercer de prólogo al inicio de la temporada. En esta ocasión, ni siquiera el retorno de Marcelinho Huertas ayudó a elevar la temperatura emocional del encuentro. Hubo aplausos pero sin llegar a la ovación de gala para el base brasileño, que charló con sus excompañeros durante la fase de calentamiento y también mantuvo una distendida conversación con Velimir Perasovic a pie de cancha. Recién llegado del Mundial de China, el jugador paulista afronta su propio proceso de adaptación a los esquemas de Txus Vidorreta, a quien conoce bien de sus tiempos de asociación en el Bilbao Basket. A pesar de las escasas horas de vuelo con su nuevo equipo, el exdirector de juego azulgrana dejó una estadística brillante en la faceta distribuidora tras repartir 10 asistencias, aderezadas con 6 puntos y 2 recuperaciones en 25 minutos. Eso sí, su brújula no pudo con el empuje final de Vildoza y Granger, aliados en pista durante los últimos minutos del choque.
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