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El Mónaco anunció ayer martes la sanción temporal a Mike James por «infringir las normas internas del club». Según L'Équipe, el estadounidense salió de fiesta el pasado miércoles tras ganar al Panathinaikos. Le acompañó su amigo y excompañero Bacon, ahora en el conjunto griego ... y célebre este curso por su peineta a la grada del Buesa.
El mismo medio informa que ambos se pasaron con el alcohol. Hasta el punto que Bacon, también apartado, se desmayó en el entrenamiento matutino del jueves y James también llegó en claro estado de embriaguez, sumado a que salió del partido con hielo en la mano derecha por un esguince en el dedo índice.
Los del Principado apartan de la dinámica de grupo de forma indefinida a su estrella, sin la que ya lograron una victoria de mérito el pasado viernes en el Buesa. «El jugador estará ausente de los entrenamientos mientras el equipo continúa su preparación para la jornada 29 de la temporada regular de la Euroliga», concluye el escueto comunicado oficial.
Los monegascos reciben el jueves la visita de la Virtus de Bolonia, ya con la clasificación para el play off encarrilada. A falta de seis partidos, aventajan en tres victorias y average al Baskonia tras llevarse el triunfo del pabellón de Zurbano. La actuación de los hombres llamados a asumir los galones del exazulgrana, los exteriores Okobo y Loyd fue decisiva. Mike James no regresó a Vitoria con motivo de un esguince en el dedo índice de su mano derecha que sufrió el pasado miércoles en el duelo ante el Panathinaikos.
El base, sospechoso habitual de los episodios de indisciplina, se había mostrado exaltado en las últimas semanas. El 24 de febrero, en un partido ante el Barcelona en el Palau, reprochó una indicación de su entrenador, Sasa Obradovic, durante un tiempo muerto a falta de dos minutos. Preguntado el técnico por el encontronazo, lanzó balones fuera. «No hay comentarios, es un asunto interno del equipo». En la jornada siguiente ante el Maccabi, recibió una técnica por protestar y empujó de forma desconsiderada a su compañero Moneke, que intentaba calmarle.
De esta forma, sigue engrosando su leyenda en Mónaco. La temporada pasada, se marchó al vestuario a falta de siete minutos del final del Efes-Mónaco, tras intercambiar unas palabras con el que era su entrenador, Zvezdan Mitrovic. El balcánico fue destituido semanas más tarde, para dar paso a Obradovic. En temporadas anteriores, tuvo varios incidentes con Itoudis, que el acabó apartando, y Messina optó por desprenderse de él en cuanto llegó a Milán debido a su fama de díscolo.
James promedia 16,8 puntos, 3,5 rebotes, 4,7 asistencias y 17,2 de valoración en 27 partidos de la Euroliga.
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