La mochila del primer cuarto

Jayson Granger pedía calma a sus compañeros tras esa novena pérdida y cuando la distancia en el marcador comenzaba a ser sangrante. El poderío de Davis y Mirotic en el interior y la pericia de los hombres exteriores obligaron a los azulgranas a tomar aire y refrescar sus ideas. Una canasta de Dragic cuando el primer parcial se agotaba minimizó los daños a un 20-11, pero no dejó de ser una mochila muy pesada para el resto del encuentro.

Al Baskonia le pudieron las prisas en los primeros tramos del partido. No hubo más que ver el pase de pista a pista que intentó Shengelia cuando los de Ivanovic parecían recuperar terreno y llegaron a ponerse a nueve puntos (28-19). Lo leyó con rapidez el Barcelona, que desplegó una eficaz red defensiva. Los vitorianos, sin embargo, mejoraron sus registros con la velocidad de Henry, que se adapta con mayor facilidad al vértigo que el propio Granger. Bajo la dirección del galo llegaron los mejores minutos de los azulgrana, y con ellos la esperanza de nivelar el choque.