Entre el bullicio que generan los más 15.000 espectadores en el Zalgirio Arena habrá gritos de aliento para el Baskonia. En concreto, los casi dos mil estonios desplazados hasta Kaunas para apoyar al equipo de dos de sus jugadores más internacionales, Maik Kotsar y ... Sander Raieste. Entre ellos, su compatriota Kristian Kullamäe, excompañero de Dani Díez en el San Pablo Burgos y ahora jugador del BC Lietkabelis.
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Organizados en nueve autobuses y cientos de coches particulares, ya se hacen notar desde las gradas muchos con bufandas conmemorativas del encuentro. Además, la ocupación de la hostelería de la ciudad lituana está casi al 100%, lo mismo que ocurrirá durante la Final Four. En lo que va de curso también se han visto aficionados estonios en el Buesa, eso sí, en cantidad reducida, en diversos partidos de lo que va de temporada. Es su forma de constatar su ascendente pasión por el baloncesto tras el último Eurobasket, en el que fueron una de las aficiones mayoritarias del grupo que se disputó en Milán.
También hay familiares y amigos de Arturs Kurucs, que ha sido el jugador descartado por Peñarroya, y de los lituanos Giedraitis y Sedekerskis, para los que supone un plus jugar en su país. Con cuatro jugadores bálticos en la plantilla, el Baskonia ha logrado crear un arraigo en las repúblicas que se traduce en los ánimos de dos mil espectadores de cara a un partido importante en la lucha por el play off.
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