Sufridores pero contentos

Se presentaban los de Concha Espina con una bien clavada en el puesto de base; nosotros, sin embargo, en nuestro Campazzo y con el aficionado Feliz. Primeras canastas de su rascacielos respondidas por Ousmane Ndiaye, con mucha clase, aunque sea un recién salido del parvulario. Rebotes ofensivos que hacían daño a ambos y las transiciones blancas a los nuestros. Demasiados balones tirados por la borda en un baloncesto ofensivo que hacía aguas. Pablo y Mateo jugaban sus cartas tratando de solventar el cristo. Baloncesto de paso palabra con redes mudas. Los triples de Deck e Ibaka junto a las cosas de Mario distanciaban a un Madrid muy terrenal. Pero Moneke con puntería, Diop y Luwawu-Cabarrot con su diésel pusieron la gasolina necesaria para que aquello pitase. El blanco no daba en él, lo que suele hacer que el asunto pinte más negro. Tras varias acciones ofensivas aceleradas de Howard y carreras de los de San Jerónimo nos echaron el guante. Por un triple de Trent, tran tan y tan contentos.

Salieron los de 'Floren' más floridos en su juego ofensivo, lo que les permitió volver a tomar el mando sin llegar a mandar. Gracias a nuestros africanos y dos triples lituanos dimos la vuelta a la tortilla en hora apropiada para degustarla. Sin embargo, les vino la inspiración o lo que viene a ser la Musa que es algo que pocos tienen. Las bolas necesitadas de cordel mientras Rathan daba cuerda a su equipo. Llamada a la oración de Pablo para que después no hubiese que rezar. El juego atascado como la ejecución del AVE y con más emoción que palomitas. De nuevo la 'press' 2-2-1 unida a la aparición del griego junto a sus problemas de dirección volvieron a cambiar la misma. Viendo el panorama los de Chus llenaban el plato desde las alturas donde siempre hay mejores vistas. Howard sacaba su fusil dándonos vida con sus tiros mientras los blancos seguían como una escopeta barraquera. Silbatos en paradero desconocido y punto final victorioso por culpa del 0 que siempre chifla.

Partido sufrido a pesar de sus ausencias pero contentos por llenar el casillero de victorias. Impecable Howard en la hora de los valientes junto a Moneke y paso adelante de Diop como dios manda. Pablo volvió a manejar con maestría los hilos sin que se enredase la madeja. El Madrid lo intentó pero le faltan muñecas fiables.