Marinkovic, el descarte en otro duelo que se pierde Sedekerskis

Tras suspender en Manresa, la exigencia se eleva varios grados en el frente doméstico con el compromiso que llega al Buesa Arena. Un Bàsquet Girona que sí tiene pívots, no como Pedro Martínez el otro domingo, y no uno cualquiera. Una leyenda que no juega entre semana porque prefirió recalar en el club del que es propietario y dirige tanto en la pista como en los despachos. Todo un pionero en el mundo del baloncesto Marc Gasol, que esta semana era noticia por invertir en la primera productora de café española junto al futbolista Ansu Fati.

Un emprendedor que a sus 37 años está demostrando que sigue siendo un baloncestista determinante y un competidor empedernido. Su equipo viene de perder en la prórroga ante el Gran Canaria y el mediano de la saga rompió de un puñetazo una tarima del techo del túnel de vestuarios de Fontajau. Así pagó su frustración el hasta ahora jugador más valorado de la ACB (21,1). Sus cifras —13,9 puntos, con 35% en triples y 91% en tiros libres, 5,9 rebotes, 3 asistencias y 1,1 tapones por partido– contrastan con la mala situación clasificatoria del conjunto. Solo dos victorias e igualado con otros tres equipos en la penúltima posición de la tabla.

Una situación algo engañosa si se tiene en cuenta que el plantel que dirige Aíto García Reneses se ha enfrentado ya al líder (Lenovo Tenerife), al segundo (Real Madrid), al tercero (Barcelona), al cuarto (Gran Canaria) y al quinto (Unicaja) en las primeras ocho jornadas. Y también por plantilla. Un recién ascendido, refundado en 2014, pero que cuenta con el oficio de tres campeones del mundo (Gasol, Oriola y Colom), un anotador estadounidense (Kameron Taylor), que pasó por el Maccabi y promedia 13,5 puntos y 46% en triples y varias perlas de presente como Dusan Miletic (24 años) y de futuro como Roko Prkacin (20 años) que Aíto empieza a moldear bajo el cobijo del que fuera campeón de la NBA con los Raptors en 2019.

Llegan también dos exazulgranas a Vitoria. El 'Pato' Garino, sin lesiones en lo que va de curso, y Quino Colom, que vino a cubrir la marcha de Vildoza. Además del canterano Ondrej Hanzlik, cedido por el Baskonia. Pero ninguno con el aura de Marc Gasol, que la última vez que jugó en el Buesa fue en feberero de 2008. Con 23 años, anotó 19 puntos, repartió cinco asistencias y recogió 4 rebotes para 25 créditos de valoración antes de irse a la NBA.

Ahora, está de vuelta a la ACB y viene como barómetro de la conciliación azulgrana entre el calendario continental y sus labores domésticas. Otra prueba de fuego para el engranaje defensivo del Baskonia, que cuenta con el regreso de Enoch. El club ha activado su ficha antes de las 14.00 horas, el límite de plazo, y ha dado de baja a Marinkovic, el hombre que cuenta con menos minutos de juego después de los indipensables cupos de formación.

En su citación no ha influido el estado físico de Sedekerskis. El lituano era seria duda y finalmente baja por las molestias en el abductor de la pierna derecha que sintió en el entrenamiento del jueves en el Palau. Pero su licencia como cupo nacional, lo mismo que Kurucs, Raieste y DaniDíez, le hace ser un fijo, por lo que el desconvocado es uno de los sanos pese al desgaste de la semana.