La lotería más insólita

La pandemia del coronavirus y sus efectos en el deporte profesional han trastocado por completo cualquier hipótesis de trabajo estival. La suspensión y posterior reordenamiento del calendario NBA ha hecho que las jóvenes promesas azulgranas se hayan quedado sin opciones de dejarse ver en entrenamientos privados con franquicias. El Covid 19 ha clausurado por completo la frenética actividad previa a la celebración del 'draft'. El calendario coloca ahora la inmediata reanudación de la campaña NBA, con la gigantesca burbuja construida en Orlando. La competición se retoma el próximo día 30 y puede extenderse como máximo al 13 de octubre. Solo tres días después, se celebrará el 'draft' de la NBA. Diez días antes, los menores de 22 años que se hayan declarado elegibles podrían retirar o mantener su nombre. En este grupo se encuentran Kurucs, Raieste y Miguel González. Para entonces, lo razonable es que los tres se encontrarán compitiendo ya este lado del Atlántico. Ya sea en las filas azulgranas en el caso de los dos bálticos o bien como jugador cedido en otro equipo en el caso del alero vallisoletano.

Un 'draft' otoñal convierte en poco menos que imposible cualquier salto sorprendente. En este aspecto, Arturs Kurucs era el jugador con más imán a la hora de captar la atención de franquicias NBA. A su buena temporada pasada en el VEF Riga se suma el hecho de que de formar parte de una agencia de representación con contactos importantes en el mercado estadounidense. De hecho, Rodions Kurucs, hermano del jugador azulgrana, protagonizó un salto imprevisto a la NBA cuando ni siquiera se había asentado como jugador de cierto peso en el Barcelona. La suya fue una 'fuga' exprés. Elegido en segunda ronda del draft de 2018, el mayor de los Kurucs acudió a la llamada de los Brooklyn Nets y dejó a un lado cualquier recomendación para seguir una temporada más en la escuadra blaugrana con el fin de completar su maduración. Contaba con 20 años cuando soltó amarras en dirección a Brooklyn.

El mercado NBA puede mostrar giros imprevistos, aunque, en el caso de Arturs Kurucs, lo lógico es que avance en su crecimiento la próxima temporada como tercer base del Baskonia, con plaza de cupo de formación y también con posibilidades de ganarse minutos. De momento, es el escenario que contempla el Baskonia para uno de sus proyectos jóvenes.

En las oficinas de Zurbano cunde la convicción de que los cambios de calendario en la compleja mecánica del 'draft' de la NBA alejan la posibilidad de cualquier salto imprevisto. El puente entre el Baskonia y la NBA ha estado muy transitado desde que lo inauguró Andrés Nocioni en el verano de 2004 con su marcha a los Chicago Bulls. La salida 'prematura' más sonada fue la de Goran Dragic, que voló a los Phoenix Suns con 22 años en agosto de 2008, justo cuando se preparaba para su campaña de debut como baskonista.