Un laberinto al timón

De entrada, se da por amortizado a un Marcelinho Huertas que, a sus 36 años, ha sido el timonel más reconocible del conjunto azulgrana. El brasileño llegó de la mano de Pablo Prigioni, convenció a Pedro Martínez y también ha sido un hombre de confianza de Velimir Perasovic. Sin embargo, toca reciclaje y el paulista buscará otro destino. Es el plan que se maneja con Huertas. ¿Una decisión firme? Todo está sujeto a reconsideración en los veranos baskonistas.

Lo que sí podría considerarse una verdad inamovible es la continuidad de Luca Vildoza en la disciplina baskonista. El jugador argentino ha cerrado su segunda campaña en el equipo vitoriano. Su ampliación de contrato hasta 2024, resuelta poco después de la pasada Copa del Rey, supuso un voto de confianza por parte de la entidad que preside Josean Querejeta. El argentino es, en principio, el hombre elegido por el club para ser el director de referencia en el conjunto azulgrana, aunque le queda todavía un proceso de maduración que completar a sus 23 años. No solo en materia de juego, sino también a la hora de convertirse en un director al que sigan sus compañeros.

El brillo de la genialidad forma parte del estilo de Luca Vildoza, pero también hay una solidez que queda por modelar. Por otro lado, su crecimiento se ha visto favorecido por los continuos problemas físicos que han mermado el rendimiento de Jayson Granger desde su llegada a la capital alavesa. La competencia se ha reducido, favoreciendo la ampliación de la cuota de minutos de juego del albiceleste.

A sus 29 años, Granger acaba de superar el tramo más complicado de su carrera debido a la lesión de tobillo que terminó por llevarle al quirófano. Volvió cinco meses después, a tiempo para los play off ligueros, y fue de los más productivos ante el Tecnyconta. Su condición de cupo de formación tiene su peso, pero también presenta un sueldo alto y una temporada más de contrato. Siempre dispuesto a la permuta de piezas, el Baskonia estaría dispuesto a explorar la posible salida del uruguayo hacia un club que asumiera su vínculo laboral actual. A ser posible, que suponga el mínimo, o nulo, gasto posible. En caso contrario, Granger seguiría en las filas baskonistas durante su último año de contrato.