La juventud y el divino tesoro

Y así fue. Con la guinda del debut del espigado alero ruso Pavel Savkov como guinda, aunque sin el premio de la canasta que solicitó con insistencia el público del Buesa en los dos minutos que la perla baskonista pisó el parqué vitoriano. Finalizada su cesión en Fuenlabrada, con apenas minutos, supo ya lo que significa sentir la piel azulgrana. Se presuponía un encuentro plácido, dados los serios problemas de un Covirán Granada que sólo ha sumado una victoria en sus últimas doce comparencias.

Un rival propicio para descorchar la esencia y el talento contenido de jugadores como Kurucs, que sumó 8 puntos, 3 asistencias y 2 rebotes en 23 minutos. Sirva como anécdota que el base letón rubricó el punto 100 y que le tocará pagar las pizzas que en el vestuario celebran cuando alguien alcanza esa cifra. Sin Tadas Sedekerskis, convalenciente por lesión, Raieste acumula presencia y no como comparsa. Trabajador en labores defensivas y atrevido de cara al aro, fue impecable en sus dos intentos triples y corrió la pista para marcarse una canasta en contraataque de libro.

La ACB parece el mejor banco de pruebas para una plantilla que tiene por delante un calendario difícil en Euroliga, con el Real Madrid y el Mónaco como rivales inmediatos esta semana. El técnico de Terrassa decidió mandar al rincón de pensar a Steven Enoch el pasado viernes ante el Valencia Basket en la competición continental. El pívot americano, irregular esta campaña, respondió al mensaje cuando se le concedió una nueva oportunidad ante el Granada.

Sus dobles figuras, 14 puntos y 11 rebotes, apuntan a todo una declaración de intenciones. La mejor actitud y el compromiso deben ser claves en la recuperación de un jugador al que se le ven demasiado las costuras en tareas defensivas. La victoria coral con la asistencia por bandera, 30 en la estadística, dejó las habituales delicatessen de Darius Thompson, que regaló dosis de magia para un colofón feliz.