Para el Baskonia la temporada llegó a su fin antes de lo previsto. Los cuartos de final habían sido tradicionalmente un escollo que el equipo pasaba con facilidad. La decepción no es justificable porque el contrario fuera Valencia, quizás el más fuerte de los posibles, ... sino debido a las situaciones que se han dado en los dos últimos meses. Demasiadas circunstancias adversas.

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La primera parte de la temporada fue de notable alto: siempre en la parte alta de las dos competiciones. Para mantenerse en esos niveles el entrenador ha estrujado al grupo fuerte de la plantilla, a todas luces corto. Quizás sea un buen momento para recordar los azulgranas perdidos de la temporada anterior: Granger, al fin curado de su lesion; Shengelia, inalcanzable por la intromisión de CSKA; Garino, que tan grandes momentos brindó al equipo, y desde luego Shields, estrella del momento al que hoy se disputan los mayores presupuestos de Euroliga.

A partir de febrero, una vez fuera de la ronda final de la Euroliga, parecía el momento de recomponerse, pero todo se torció. El virus mermó constantemente a un equipo que necesita estar muy en forma para competir. Las lesiones inoportunas: la de Polonara demoledora para el grupo. Él ha sido con mucho el jugador mas decisivo en los buenos momentos baskonistas. La puntilla de la temporada se dio con la marcha de Vildoza, no solo por la importancia de su concurso sino por el momento tan inesperado. A partir de ese punto las declaraciones y actitudes de Dusko Ivanovic cambiaron. Menos beligerante, más dubitativo sobre el futuro. En definitiva, conocedor de que su ejército no estaba para exigencias. Aquí hay que recordar que, a pesar de todo, el primer partido en Valencia fue como fue. Dejémoslo estar.

El futuro se hace tormentoso, Dusko, ya renovado, reconocía que para él había sido un placer trabajar este año. Para mí también ver rendir a esa cuadrilla me ha dado días de felicidad. Conociendo su carácter ganador, querrá tener un grupo de jugadores competitivo.

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Solo Polonara, Giedraitis, Dragic, Peters, Sedekerskis y Henry tienen cabida en un buen equipo de Euroliga. De los seis leo que a Polonara le ansía Fenerbahce y que Henry todavía está en Vitoria porque el Madrid no quiere pagar el traspaso. ¿Saben qué les digo? Que el club sabrá construir un buen equipo. El dinero dejado por Vildoza y el que puedan dejar otros volverá a demostrar que el mejor patrocinador de los azulgranas son los jugadores.

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