Jueves negro

Las mujeres que sufren la violencia de género en la memoria y gradas deseando rememorar los días de grandes gestas. Impecable inicio de Enoch alejando de su área de confort, con su muñeca, a un peso pesado de las zonas aunque se llame Walter.

Manejaron muy bien los mandos Granger y Baldwin hasta el momento en el que por las pérdidas, Causeur (demostrando que nada tiene que ver con lo que entregan los de la segunda parte de su apellido) y las carreras, los blancos comenzaron a ponerlo muy negro. Los de tito Floren hacían de Sheriff rememorando a los de la pelota pequeña de la noche anterior. Un par de robos en línea de pase, uno del IV con rabia más otro del pequeño Peters sin muñeca levantaron algo el ánimo de un equipo con más amor propio que cabeza. Pique de Alec y Heurtel del que salió ganadora la excelsa muñeca afrancesada. Pablo tiró de Rodolfo y este como los ángeles para estirar la diferencia hasta la misma Castellana.

Los visitantes encontraban soluciones tanto dentro como fuera mientras algún local estaba más fuera que dentro. Poirier dominaba el mundo interior, el rebote dejaba blanco a Spahija y la noche empezaba a tomar pinta de tener que sacar el paraguas. Pasaban los minutos sin hallar soluciones. Tavares inició, tras el reposo de Vincent, su trabajo como zapatero poniendo tapas, Goss desahogaba mientras ahogaban a nuestros líderes ofensivos. Un equipo largo en nombres y calidad se iba zampando a un Baskonia famélico en unas cuantas posiciones. Caras largas y plantilla corta y el receso como salvación.

Reparto de donaciones lo que siempre entre aros deja muy malas herencias. Peters en el quinteto con la intención supongo de que nos diera algo y lo cierto es que en ocasiones lo que daba es la impresión de no estar para este nivel. Los de Valdebebas, casi sin despeinarse, sorbían los minutos entre una superioridad insultante y una desidia en el pase sorprendente. La vuelta de Thomas junto a un Yabusele al que envidiamos devolvían esos dedos de frente a los que Laso echó a faltar sin poner director de orquesta. Diferencias en 24 sin ser Nochebuena en una noche más bien mala. Están muy bien lo que ponen las gallinas en sus gallineros pero a los aros hay que añadirles calidad, claridad y baloncesto. Con canastón de Hanga se cerraba un tercer acto vivido entre el quiero y no puedo. Abel Caballero en la memoria reclamándole envío urgente de luces, blancos de paseo por Zurbano y con el famoso apagón haciendo acto de presencia antes de lo previsto.

Los de Laso tenían toda la pinta de volver a salir de Gasteiz ilesos. Su 4 de 10, envidia de balones compartidos con un equilibrio (interior-exterior)que no necesita visita al psiquiatra. Nosotros lo opuesto, deshilachados, descosidos y sin papeles donde algunos están para devolverlos en caliente. Recordaba a Gabinete Caligari y sus Tavares que lugares añorando un grande como dios manda a la par que la realidad volvía a ratificar que sin jugadores no hay Pat Riley que valga. Punto final a un desaguisado que sólo tiene como solución un cambio de cromos con pantalones cortos.

Jueves negro de un Baskonia que necesita recuperar bajas, mover fichas y encontrar baloncesto. Impolutos los blancos, es lo que tiene ese color, con un abuso interior de dar miedo, un base 'très bon' y un juego coral envidia del mejor de los orfeones. Spahija o cualquier entrenador, a ver si queda clarinete de una vez, poco puede hacer si faltan músicos.