Cedido en Palencia

Una joya para el Baskonia: Ousmane Ndiaye firma su primera gran actuación en la ACB

El internacional senegalés se mudó en la ciudad castellana con el objetivo de foguearse y sus dos primeros partidos han ido en la dirección correcta. Tras disputar 21 minutos en la derrota ante el Obradorio, este viernes ante el Barça, vigente campeón de la ACB, ha jugado 32, prórroga completa incluida.

Con la lógida inmadurez de la edad, Ndiaye ha mostrado su talento con una canasta sobre la bocina a falta de dos minutos para el final del tiempo reglamentario, además de colocar dos tapones asombrosos, uno a Jabari Parker y otro a Oscar da Silva. En la prórroga, el Barcelona le flotó para forzar que los ataques del cuadro de Marco Justo acabaran en triples de Ndiaye, que pose buena mano pese a sus 2,10 metros de altura, pero el jugador nacido en Guediawaye, al igual que Khalifa Diop, solo dos años mayor, erró sus lanzamientos.

La derrota palentina fue el primer trago amargo para su incipiente carrera, que ya acredita una su primera gran actuación en la élite tras cumplir en la pretemporada del conjunto de Peñarroya. Reclutado por el Baskonia el verano pasado procedente de los Dragons Rhoendorf, equipo de la segunda categoría alemana, promedió 9,2 puntos y 7,5 rebotes por partido con el filial, al que no pudo salvarle del descenso de LEB Plata a Liga EBA. Pese a ello, se inscribió de primeras al Draft de la NBA para luego retirar su nombre.

Fue un partido vibrante en el que Nicolás Laprovittola evitó la primera derrota de la era Roger Grimau. A falta de cuatro segundos, el Palencia vencía 69-72 y envió al jugador culé a la línea de tiros libres. El del Barça metió el primero y tiró a fallar el segundo.En la melé por el rebote, el balón le cayó al argentino, que empató con sangre fría. «Hemos tenido suerte», resumió muy crítico tras el partido.

En la prórroga, Satoransky replicó los dos triples de Franke, que erró el tiro de la victoria tras dos tiros libres de Laprovittola. Los 5.000 espectadores que presenciaron por primera vez un partido de ACB en la ciudad castellana aplaudieron de orgullo.