Jonah Radebaugh, una opción en estudio para el Baskonia

Una cantidad claramente asequible para clubes de la máxima competición continental, la mayoría con presupuestos por encima de los 10 millones. Entre ellos, a la sombra de los primeros movimientos del mercado realizados por los contendientes más adinerados, se encuentra el conjunto azulgrana, atento a la situación de un Radebaugh que en el pasado viernes dió un paso significativo para asentarse en la élite del baloncesto europeo. El estadounidense selló su nueva nacionalidad montenegrina debutando con la selección balcánica en las actuales ventanas, por lo que pasará a ocupar ficha comunitaria dentro del marco de contratación de la ACB.

Las oficinas de Zurbano no han pasado por alto estas dos circunstancias, su nuevo pasaporte y su bajo precio de traspaso, y se plantean abonar la compensación económica que incluyeron el jugador y el Tenerife en su contrato. La cláusula no expira hasta finales de este mes, por lo que el club aún tiene margen para estudiar las diferentes opciones de mercado que se le presentan en el juego exterior. Sin Baldwin, sin Granger y con Marinkovic en el alero, se antoja que la dirección deportiva necesite tres incorporaciones para complementar y asistir a Fontecchio, Giedraitis, Kurucs, Raieste y Sedekerskis.

Sin embargo, deberá mover ficha en los próximos días si no quiere verse inmiscuido en una cruenta batalla por su fichaje. Según las fuentes consultadas, son un total de cinco equipos continentales los que han preguntado por su situación a los agentes del jugador, que serán los encargados de negociar el salario y la duración del contrato con el que se estrenaría en la Euroliga una de las revelaciones de la última Bundesliga (14,8 puntos, 5,4 rebotes y 3,5 asistencias de promedio). El Tenerife, por su parte, solo le queda esperar a recibir la cantidad pactada para su salida, mientras que se afana en cerrar la llegada de Jaime Fernández, libre tras salir del Unicaja, como recambio.

En lo que respecta al estilo de juego de Radebaugh, el nacionalizado montenegrino destaca por su potencia física. Habituado a jugar por encima de los treinta minutos, aporta en ambos lados de la cancha. Intenso y batallador, fue hasta en tres ocasiones defensor del año de su conferencia universitaria y en la última temporada ha desarrollado su capacidad para anotar. Bien sea en penetración, con un gran primer paso, manejo del balón con ambas manos y uso del cuerpo para absorber contactos, o desde el triple, donde ha promediado un 43% en la Basketball Champions League.

Fue incluido en el quinteto ideal de la competición de la FIBA tras finalizar en tercera posición en la Final Four de Bilbao, con unos promedios de 13,7 puntos, 5,8 rebotes, 2,8 asistencias y 16,6 de valoración en los 33 minutos por partido. Pese a su estatura, su intensidad y carácter sobre la pista le permiten ser un buen reboteador y corren en su contra a la hora de ser un base que controle el ritmo del partido. Con 25 años, tiene tiempo y margen de progresión aún por desplegar.

Formado en la Universidad de Northern Colorado (2016-20), inició su periplo europeo en los Köping Stars sueco, pero a los cuatro meses fue reclutado por el Ludwigsburg, especialista en importar a Europa talento universitario estadounidense. De la pequeña ciudad (88.000 habitantes) del sur de Alemania han surgido jugadores como Royce O'Neale (Nets), Kelan Martin (Timberwolves), Thomas Walkup (Olympiacos), Oscar da Silva (atado por el Barça) o Nick Weiler-Babb (Bayern). Ahora, con el pasaporte montenegrino bajo el brazo y la asequible cláusula de salida, Radebough busca una plataforma como el Baskonia para dar el salto a la élite continental.