No hay ningún entrenador en activo que sepa manejar con tanta brillantez situaciones límite como sufrir cuatro bajas en un equipo. Sin embargo, la historia y el palmarés del montenegrino le avalan como técnico de pocas rotaciones. Con nueve jugadores sanos hizo lo que parecía ... imposible, sobremotivar a sus pupilos para superar a un rival de enjundia como el conjunto hebreo. «Ha sido un gran trabajo de mis jugadores de principio al final. Hemos tenido esa fe en ganar y hemos añadido la paciencia. A veces todo sale bien y hemos buscado tener las mejores posiciones en ataque. En ocasiones, tenemos mucha prisa para ganar el partido pero hoy» -por ayer- «hemos jugado con calma», analizó satisfecho.
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Cuestionado por las cuatro lesiones que mermaron mucho su plantilla, mantuvo el discurso habitual. «Ganas con los que están jugando y no piensas en los que no están. Los que están tienen que jugar bien para ganar», afirmó. Tampoco quiso desvelar si el club volverá al mercado para reforzarse, ante las bajas de cierta duración, ambas en el juego interior, de Khalifa Diop y Sedekerskis «Tenemos partidos cada dos días. Estamos ya centrados ya en el siguiente encuentro» el domingo ante el Tenerife. «No tengo tiempo para pensar».
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