La importante baja de Moneke resta energía y verticalidad al equipo

Pues a 'la final' europea de esta noche contra el Virtus, el técnico montenegrino acude sin el ala-pívot del cabello imposible y la gafa protectora, lesionado durante el segundo cuarto del martes frente al Maccabi. Con el problema que representa para un equipo que deberá de paliar el hueco incuestionable de un hombre tan peculiar. La falta del 'cuatro' se traduce en datos objetivos y sensaciones al alcance de cualquier ojo humano.

No se trata de una ausencia cualquiera. El tobillo dañado de Moneke implica la necesidad de paliar sus 13,6 puntos, 6,6 rebotes y 18,3 créditos. Estadísticas que le encumbran en dos clasificaciones individuales de esta Euroliga silvestre. Es quinto de todo el torneo continental en los apartados de valoración y de rechaces cogidos, además de una máquina de extraer faltas personales (4,4 cada noche) a los adversarios.

«Chima no puede jugar y es una baja importante», confesó ayer el mariscal. «Pero nunca hemos llorado y tampoco lo vamos a hace ahora». Ivanovic tendrá que unir sobre la pista a Costello y Kotsar o explotar más la versatilidad de Sedekerskis en el emparejamiento con 'Toko' Shengelia.