A eso de las 10.30 horas de este viernes ha sonado un mensaje en mi teléfono. El texto era simple. Simplísimo. En cambio, tremendamente elocuente. Solo decía: Pablooooooooooo. En mi cabeza ha resonado como aquel «Pedrooooooo» de Penélope Cruz cuando Almodóvar ganó el Oscar ... por 'Todo sobre mi madre'. Y es que la llegada de Pablo Laso al banquillo del Baskonia es algo así como la película soñada para todo aficionado azulgrana que se precie. Es la culminación de un deseo, el cierre de un círculo que pensábamos que jamás se iba a producir. Pero de nuevo, en Vitoria se ha hecho magia. Cuando en el baloncesto español se hablaba entre dientes de final de ciclo en el Buesa Arena, el Baskonia ha demostrado una vez más por qué es el mejor club del mundo. Y la razón es sencilla: por su audacia. Pero de esto hablaré más abajo.
Publicidad
Pablo Laso es mucho más que un entrenador; es un formador de talento y un visionario del deporte que entiende las complejidades del juego y sabe cómo armonizar las individuales en una sinfonía colectiva que atrapa a los aficionados. Si el proyecto de Laso sale bien, es la continuación del cambio de ritmo que se intentó con Joan Peñarroya y la apuesta por un baloncesto dinámico y vistoso, en el que todos los jugadores cuentan y no hay gladiadores sino miembros de un equipo que se sienten parte de él.
Porque una de las grandes virtudes de Laso como entrenador es que, a través de una comunicación efectiva y un liderazgo inclusivo, logra crear un ambiente donde los jugadores se sienten valorados y parte de un proyecto común. No pelean unos contra otros sino que juntos forman un bloque. Es el baloncesto moderno, sin ataduras, en el que se crea un sistema donde el equipo es siempre mayor que la suma de sus partes. Me muero de ganas de ver a Howard, a Sedekerskis o, especialmente, a Diop.
Laso llega a su casa. Porque aunque mucho ha cambiado el baloncesto desde que él vestía de corto en aquel histórico Taugres, y antes en el Caja de Álava, sus genes se criaron en una escuela de audacia y ambición. Algo más que necesario en esta vieja Europa en la que el baloncesto languidece en los balances económicos y solo sobrevive gracias al mecenazgo de ricos y caprichosos empresarios o a la sombra de clubes de fútbol. Los tan cacareados proyectos a medio y largo plazo no son sino inyecciones económicas y plantillas a base de talonario. Un pan para hoy y hambre para mañana que nos llena los pabellones de estrellas y los bolsillos de agujeros.
Publicidad
Sin embargo, cual aldea gala, hay un club empeñado en rebelarse contra esa forma de trabajar y que usa la audacia como mejor herramienta de crecimiento. Una entidad deportiva puntera en aspectos como la conversión en sociedad anónima, la generación de recursos atípicos, o la complementariedad del espectáculo deportivo con otros que atraigan al público a las gradas.
Es posible, de hecho es lo más razonable, que el Baskonia de Laso no levante títulos esta próxima temporada. No importa. Sabemos quiénes somos y de dónde venimos. Pero, a buen seguro, recuperará el carácter. Eso es lo único quepedimos los aficionados. Un Baskonia que sea un equipo donde todos sumen, sin perder nombres para la causa, que luche y que nos levante del asiento. Que la grada vuelva a reconocerse. Que el pabellón vuelva a llenarse.
Publicidad
Este giro, esta noticia inesperada, es la forma de ser de un club y de su presidente, Josean Querejeta, que se reinventa y que arriesga. Un tipo audaz que cosecha éxitos y fracasos, pero que nunca se rinde. No hay que exagerar ni unos ni otros pero sí agradecer que, por ello, en Vitoria nos codeamos con las principales capitales de Europa y tenemos un equipo en la élite del baloncesto y un club en el que siempre confiar. Porque donde otros ven curvas, Baskonia ve oportunidades para innovar. Así que con la llegada de Pablo Laso al banquillo vitoriano y la enésima reinvención del equipo solo puedo estar, como decía Lina Morgan, emocionado y agradecido.
Accede todo un mes por solo 0,99€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.