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Gran Canaria-Baskonia

La peligrosa ley del péndulo azulgrana

Los jugadores de perímetro recuperan el peso anotador de un equipo al que sostuvieron los pívots en el París de los tiros por la culata

Domingo, 3 de noviembre 2024, 21:30

Algo debió de influir la fiesta importada de Halloween para que el Baskonia perpetrara el viernes en París una carta de tiro enmarcable en el género del terror. Un triple de veintiséis intentos, una puntería equivalente a la de los entusiastas seguidores en los intermedios ... que lanzan desde la mitad de la pista con los ojos vendados. Treinta puntos en la visita a la capital francesa entre seis hombres: los tres bases, Howard, Luwawu-Cabarrot y Rogkavopoulos. De tal manera que el grupo vitoriano dependió de sus pívots -muy especialmente Moneke- para coserse a un duelo de tiros por la culata y marcador de minibasket.

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Pues ayer comprobamos la vigencia de la ley del péndulo y sus efectos reñidos con la regularidad que persigue, aún sin hallar, el conjunto azulgrana. Una sola muesca -eso sí, la muy meritoria del Palau- tras seis desplazamientos con el arhipiélago canario como maldición geográfica. Cuatro minutos de absoluto corte energético condenaron al cuadro alavés en la apertura liguera contra el Tenerife. Y aquello de lo que avisaba Pablo Laso en sus previsiones al término del fallido viaje a París selló la sentencia adversa ayer. «Físicamente nos va a costar», comentó el técnico de la casa tras el tute de la doble jornada continental. Y así ocurrió. El Baskonia alcanzó la gasolinera con la aguja del combustible en la reserva. Vuelve, Tadas.

Forrest, Howard, Luwawu-Cabarrot y Rogkavopulos llevaron el peso ofensivo en Gran Canaria

cuarteto

Cerca de Las Palmas se invirtieron los términos del contrato. El bloque azulgrana dispone de un interior que produce en cadena (Moneke), un joven con talento ofensivo y amplio margen de mejora defensiva (Ndiaye), un 'cinco' intimidador de corto rango de tiro (Hall) y otro poste (Diop) más entregado a la intendencia que a los solos virtuosos. Así que en cuanto cae Chima no queda otro remedio que mirar hacia afuera, el territorio natural de los puntos.

Sesenta entre cuatro

Efectivamente, los hombres del perímetro vitoriano recobraron ayer su esperado papel estelar en la anotación. Las tres cuartas partes de los puntos visitantes detectaron las firmas de quienes componen la batería exterior. Aunque de distintas maneras, acordes con las características propias de cada cual. El cuarteto Forrest-Howard-Cabarrot- Rogkavopoulos se responsabilizó de sesenta tantos frente el Gran Canaria.

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El base generó preocupación en el arranque del curso, pero su poderío y la confianza de Laso le van procurando la alta responsabilidad para la que está convocado. Eso sí, ante el adversario amarillo evocó los cánones de la NBA. Allí mandan el físico que a Trent le sobra en Europa, el uno contra otro y la potencia en las penetraciones de las que ayer alardeó de nuevo. Excelentes lecturas para fabricarse sus propios tiros, empeño defensivo y máximo encestador en la isla con dieciocho tantos. Pero sin repartir una asistencia mientras que el local Alocén regalaba diez a sus compañeros.

El base lee muy bien los ataques para fabricarse sus propios tiros a falta de dar más asistencias

FORREST

Luwawu-Cabarrot, con amplia experiencia en Estados Unidos, también recita de memoria la tabla de las incursiones hacia el tablero adversario. Elegante y duro a un tiempo, 'tres' con dotes de mando que discute el volumen de tiros al mismísimo Howard. El francés mostró de nuevo un arranque muy notable, 'volvió' con fuerza en el tercer cuarto y obró como una de las cuatro patas sobre las que sostener la tabla azulgrana.

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Howard disparó al comienzo lo mejor de su cegadora pirotécnica, triple desde doce metros cuando terminaba la posesión incluido. Pero tras los dos aciertos iniciales extravió los fuegos de artificio. Algo que intentó solventar Rogkavopoulos, alero joven y dinámico de buena mano y valentía incuestionable que busca su sitio en el retablo de los exteriores ilustres. Y se le necesita.

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