«Necesitábamos tiempo para conocer la forma de ser amigos dentro y fuera de la cancha»

– ¿Qué nota le pone hasta la fecha a la temporada del equipo?

– (Suspiro largo) Pues no muy buena. Con muchos altibajos cada mes. Cambiamos de entrenador y ahora tenemos otro estilo de entrenar y de jugar. Pero los altibajos han seguido. Ahora parece que vamos hacia arriba. Estamos en buena forma y cada partido jugamos mejor. Queremos alcanzar la mejor posición posible para el play off y evitar al Barcelona y al Real Madrid en la primera ronda. Todavía quedan muchos partidos y tenemos que intentar ser cabezas de serie.

– ¿Les ha venido bien el cambio de Dusko Ivanovic por Neven Spahija?

– Es difícil decirlo. Para mí los dos son buenos entrenadores, muy diferentes entre ellos. Dusko ama trabajar cada detalle, lo que hacen el resto de equipos, estudia cada movimiento al milímetro. Spahija tiene un estilo más de la NBA, nos deja libertad de ejercicios y sistemas de ataque y él piensa más en las estadísticas, en los porcentajes, en mejorar determinadas acciones de tiro y demás cosas.

– ¿Cuál es la palabra que más repite Spahija en los entrenamientos?

– Que tenemos que ser positivos, apoyarnos mucho entre nosotros y que los resultados dependen de nosotros mismos.

– ¿Qué pasó esa semana libre de la Copa del Rey para que desde entonces todo haya cambiado?

– Pasó lo que debería ser lo normal. El nivel real del Baskonia debería ser este, no el de un club para quedarse fuera de la Copa. Necesitábamos cambiar muchas cosas y lo hicimos. Tuvimos tiempo para trabajar sobre la pista y ahora lo estamos notando.

– Esa visita del equipo a beber vino a la Rioja Alavesa también les habrá sentado bien.

– Sí, aunque no bebimos mucho (ríe). Nos gusta, pero muy de vez en cuando. Son cosas que están bien y que en pretemporada no pudimos hacer porque apenas tuvimos tiempo ni para entrenar.

– ¿Cómo han cambiado las caras en el vestuario, en comparación con las que veía hace dos meses?

– Mucho, pero es lo normal. Al principio nos faltó tiempo. La mitad de jugadores eran nuevos, ni siquiera habían jugado en la Euroliga. Necesitábamos tiempo para encontrar el camino correcto, la manera de ser amigos fuera de la cancha y dentro de ella. De conocernos y saber qué es lo que prefiere cada uno. Ahora estamos en el buen camino, nos apoyamos entre todos, nos divertimos todo el tiempo, así que espero todo el mundo nos reconozca así. Podemos llegar a algo más porque perdimos la Copa, la Euroliga... Ahora, solo nos queda una oportunidad.

– ¿Al equipo también le sorprende que el Baskonia no haya fichado un pívot y un base por Nnoko y Lamar Peters?

– Pues no lo sé. No necesito hablar de lo que necesitan fichar. Para mí, el equipo está bien ahora mismo. Como dijo el entrenador cuando llegó, creo que tenemos muy buenos jugadores y nos estamos entendiendo en la pista y fuera de ella. Ahora no creo que lo mejor sea hacer cambios. ¿Antes? No lo sé. Ese no es mi trabajo. Yo soy jugador y me tengo que centrar en mejorar.

– ¿Está contento con su rendimiento esta temporada?

– (Suspiro largo) Algunos partidos sí, otros partidos no. Me pondría un siete sobre diez. Es una nota regular. Pienso que lo tengo que hacer mejor.

– ¿Le afectaron los esguinces de tobillo de principio de temporada?

– Sí, a veces todavía lo sienten mis tobillos pero es normal con tantos partidos. He tenido cinco o seis esguinces en mi carrera y en unos he necesitado más tiempo que en otros para volver a sentirme igual de cómodo. Pero ahora estoy bien recuperado. Puedo sobrevivir (risas).

– Finalmente se ha asentado a la posición de escolta. ¿Se hace duro competir contra jugadores más rápidos a los que estaba acostumbrado?

– Sí, pero llevo once años ccomo profesional. Conozco mi cuerpo, mi juego, lo que puedo hacer y lo que no. Hemos ajustado ciertas cosas y sé cómo defenderles. A veces sí es duro porque se mueven más rápido pero luego ellos también lo pasan mal defendiéndome a mí. Así que tenemos que conseguir que yo tenga más ventajas que ellos.

– ¿Siente que esta temporada está teniendo menos el balón y tirando menos a canasta?

– Tengo menos el balón para jugar el pick and roll. Es verdad que me piden jugar más sin balón. Me buscan para tener tiros liberados o jugar al contraataque. Con Dusko sí tenía más la posesión, a veces jugaba bloqueos directos con los pívots pero es normal. Cada entrenador tiene su manera de jugar e intentar hacer lo que creen lo mejor para mejorar al equipo y ganar partidos. Yo estoy contento y trato de dar lo mejor de mí. No estoy molesto por tocar menos el balón si el equipo funciona como lo hace ahora. Estoy jugando libre, se me busca para tiros liberados, cortes, puertas atrás y todas esas cosas.

– ¿A dónde le gustaría jugar a Rokas Giedraitis el año que viene?

– Tengo contrato aquí. Me gustaría seguir un año más en Vitoria, estoy feliz, mi familia también, nos gusta la ciudad, nos gusta la comida, nos gusta el club, que está muy profesionalizado. Hay mucha gente que ayuda a los jugadores. También noto que los aficionados me quieren, así que no necesito nada más. Quiero seguir aquí.

– ¿Y la NBA? ¿Ya se ha olvidado de ella?

– No, pero este verano cumplo 30 años y hay que ser realista (risas). Creo que este año no voy a tener la oportunidad.

– ¿Cree que jugará en la NBA algún día?

– No lo sé, ojalá. Yo es lo que quiero, como queremos intentarlo todos los jugadores. Pero pienso que estoy bien en Europa. Si llega una buena oferta, veremos pero no puedo decir que mi único objetivo sea jugar en la NBA. Estoy en España, me gusta mucho la forma de jugar, me gusta la Euroliga. El año pasado estuvimos hablando, pero no eran opciones mejores que el Baskonia.

– Es uno de los referentes del equipo y el Baskonia se ha caracterizado por hacer caja con ciertos jugadores. ¿Teme que el club pueda decidir venderle este verano?

– No lo sé... (titubea). La verdad que es una buena pregunta. Es una decisión del club. Si ocurre, la tendré que aceptar. De momento, no sé nada. El baloncesto es un negocio, lo sabemos todos los que nos dedicamos a esto. Nunca sabes lo que va a pasar. Pero no temo por ello. Si no, tendría que estar pensando que cada vez que salgo de casa puedo tener un accidente y demás. Así es la vida. La carrera del jugador de baloncesto es no saber seguro al 100% donde va a jugar el año que viene. Muy pocos pueden elegir. Yo quiero seguir aquí, estoy seguro de ello, y creo que sería lo mejor para mí.