Giedraitis, una difícil renuncia para el Baskonia

La trayectoria de Giedratis durante su trienio en Zurbano se ha movido en un hábitat de serenidad tan alejado de los severos altibajos anímicos. El Baskonia lo reclutó desde el Alba abriendo un fértil puente aéreo con la capital alemana. Rokas había destacado en el conjunto germano y tras su convincente primer curso junto a los humedales de Salburua apuntó a la NBA. Sin cumplir los veintinueve sondeó el mercado estadounidense con el ánimo de aceptar alguna propuesta interesante que, a un tiempo, le permitiera pagar su marcha de Vitoria. Al conocer la situación el club regresó al caladero berlinés para traer a Simone Fontecchio. Curiosamente, el alero italiano sí halló doce meses después en Utah la oportunidad que un ejercicio antes esperaba el capitán.

Cohabitación es un neologismo político gestado en Francia para explicar la coincidencia entre un presidente de la República de cierta ideología y un jefe de gobierno de otros signo. Pues trasladado a la cancha, el sistema de convivencia que hubieron de mantener Rokas y Simone. Dusko Ivanovic apostaba por uno u otro sobre la pista mientras que Neven Spahija abanderó la reunificación al colocar al lituano como escolta. Ello supuso cierta pérdida de peso específico de Giedraitis quien, sin embargo, nunca dejó de contribuir a la causa azulgrana. Pero sí se resintió la anotación de un hombre fichado en su día como tirador.

Del báltico pueden extraerse bastantes conclusiones positivas. Empezando por la calidad de su baloncesto y siguiendo por el don de adaptarse a los cambios. De tal manera que la temporada concluida hace casi un mes mostró a un líder discreto dentro de una plantilla con actores deslumbrantes. El alero reivindicó la inteligencia funcional del camaleón mediante su virtud para mudar el tono de la piel.

Rokas, consciente de pertenecer a un grupo de pistoleros acreditados, se reinventó para beneficio propio y del bloque. De anotador cuando vino a Vitoria a conservar su propio veneno ofensivo, pero añadiendo defensa, el compromiso adherido al brazalete y un empeño reboteador excelente. Mientras Thompson asombraba por su elegante y eficaz forma de ejercer el mando y Howard enloquecía a la grada con sus triples inauditos, Giedraitis seleccionaba mejor los lanzamientos (73% y 44% en dobles y triples dentro de la ACB) y elevaba considerablemente su registro de capturas (de 3,2 a 5,9 en la Euroliga).

En el caso de separación, la entidad de Betoño habría de firmar a un 'tres' de cierta enjundia porque el hueco del báltico responde al de un referente maduro y sólido. Un hombre de peso específico, bien pagado y con una intachable hoja de servicios.