Garino vuela alto con Argentina

Volvió a ser la de oro. Como en Mar del Plata hace 24 años. La final -frente a Puerto Rico- fue un recital de Campazzo, 10 puntos y doce asistencias, que encontró a Deck y a Garino, 11 puntos, como puntas de lanza. Tampoco tiene más valor. Por más que sean unos panamericanos, en el baloncesto, no pasan de un entrenamiento para el Mundial de China. El Team USA está compuesto por una selección de la conferencia Big Ten universitaria.

Sin lanzar las campanas al vuelo, sí se puede afirmar que el alero marplatense ha recuperado la tensión competitiva que le caracterizaba antes del rosario de lesiones que le han afectado desde su llegada a Vitoria. Si en toda la temporada pasada (ACB y Euroliga) colocó tres tapones, en dos partidos en la capital peruana se ha ido a los cinco. Dos en la semifinal contra EE UU. Espectaculares. Uno en el punteo del triple, que le permite salir al contraataque y anotar. Otro en la ayuda desde el lado débil. Un arte que deberán bordar este curso tanto él como Shields en el Buesa Arena. Los otros tres se los colocó al combinado mexicano, el único capaz de superarles por el momento. Fue su partido más flojo en ataque -cero de siete en tiros de campo-, pero contundente en la zaga. De hecho, los dos tapones consecutivos colocados a Estrada coparon los 'highlights de la jornada'.

En la semifinal, 14 puntos, media docena tras volcada, que dicen los argentinos. Para el recuerdo el 'alley oop' que culmina tras un robo de Vildoza en la presión. El base, que anotó el triple que forzó la prórroga contra la República Dominicana, evitando la eliminación, tiene un rol secundario como tercero en la rotación exterior.

Es Garino el que se ha ganado un puesto de titular con Sergio 'Oveja' Henández. A Uruguay, en la apertura, la condenó desde el triple (cuatro de seis). En la final, tres de siete (43%) para el campeonato con un 9 de 21 desde el arco. (42,85% de acierto triple)

Su intermitencia en el acierto, como le pasa con la camiseta azulgrana, desluce algo la percepción general sobre su perfil de tirador. Sin embargo, la estadística es tozuda y demuestra que el de los George Washington Colonials es un certero triplista. La temporada 2018-19, en la que disputó solo 40 encuentros (22 ACB y 18 en Euroliga), formó un acierto superior al 40%. Un 44,4% en la competición doméstica y un 41,7% en la continental. Verle ganar confianza bajo el manto del Sol de Mayo, en la cita mundialista de final de mes, será la mejor de las noticias para el Baskonia.