El futuro de Youssoupha Fall vuelve a quedar en el aire

Tan ambiciosas las ilusiones como discreta la realidad. Igual de visible que su planta es que Fall no ha explotado todas las cualidades que se le atribuyen y su mejora solo se ha percibido en el lanzamiento de tiros libres. No parece suficiente para Dusko Ivanovic, que imparte un manual a los hombres altos contrario a las habilidades del gigante. Algo parecido a lo que le ocurría a Diop, ya comprometido con el Gran Canaria, y que hizo dudar a la entidad sobre la continuidad del francosenegalés. El compromiso firmado en 2018 recogía las frecuentes cláusulas de corte que finalmente no fueron ejecutadas pero tampoco han capado otros posibles movimientos de acción.

Con este ambiente enrarecido en el que el jugador renunció al preolímpico con Senegal por problemas físicos, el Asvel Villeurbanne se ha interesado por el jugador. El conjunto presidido por la leyenda de la NBA Tony Parker maneja varias opciones para su juego interior tras la salida de Moustapha Fall al Olympiacos. Si se decide por el azulgrana, deberá negociar con un Baskonia siempre predispuesto a recibir una compensación y más por un jugador que promedió once minutos de media el curso pasado.

El rendimiento del poste de 26 años no ha sido decepcionante pero el salario que ostentará en su última temporada de un contrato firmado antes de la pandemia está alejado de la realidad deportiva. Y es que su bagaje en el Buesa Arena no está dando los réditos esperados. La primera temporada, aún tierno como para restarle minutos a Poirier, Voigtmann y Diop, se fue cedido al Estrasburgo y fue nombrado mejor pívot de la liga francesa. La progresión seguía su cauce natural. Se pidió paciencia desde el club en la que fuera su campaña de adaptación, convulsa en lo deportivo, cortada por el coronavirus y rematada con la molesta lesión en la fascia plantar. La tercera, la que parecía la vencida, dibujó una paisaje de líneas quebradas que pone en duda el punto de partida de su último curso con vinculación azulgrana.

Primero por su estado físico pero también por los pasos dados hasta ahora en el mercado. El cambio de perfil con la llegada de Costello y la salida de Diop refuerza la idea primigenia de Ivanovic y relega a Fall a la tercera posición de la rotación interior, por detrás de Jekiri. A su favor cuenta con la capacidad para cambiar la dinámica de juego de su equipo y condicionar los ataques del rival. Un rol que, de aceptarlo el jugador, sirve de bastante utilidad en cualquier plantilla que se inmiscuya en el reto de participar en dos competiciones, además del posible grado de maduración tardía que pueda llevar a cabo un deportista con un inicio retardado en el deporte de la canasta.

De su futuro y del de Rokas Giedraitis dependerán los últimos pasos del Baskonia en el mercado. El planteamiento consiste en construir un equipo con al menos trece integrantes. Uno más de los existentes tras los fichajes de Costello, Marinkovic, Fontecchio, Baldwin y Granger. Con la tarea de resolver el curioso caso de Youssoupha Fall. Un niño que nació en el cuerpo de un gigante pero cuyo impacto se ha ido empequeñeciendo.