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La fase regular de la Euroliga no permite demasiados tramos plácidos en su hoja de ruta. Para el Baskonia, la senda se torna de nuevo ... sinuosa y cuesta arriba esta noche con motivo de la visita del Fenerbahce al Buesa Arena. Toca de nuevo medirse a uno de los grandes aspirantes a lograr un escaño en la Final Four de Vitoria y a alzar el cetro continental. Todavía están frescas las complicaciones que sufrieron los azulgranas en los dos varapalos consecutivos sufridos ante el Olympiacos y el Real Madrid, similares en alcurnia y ambiciones al plantel otomano. El equipo de Pedro Martínez dejó atrás aquel camino de baches para recuperar pulso con su contundente victoria de la semana pasada ante el Darussafaka. Hoy se prueba otra vez contra un rival de enjundia. Para colmo, el foco de preocupación no solo se centra en un rival que se las trae. Vincent Poirier trata de recuperarse de una contractura de espalda que le impidió entrenar durante la jornada de ayer. «Vamos a ver cómo responde al tratamiento y cómo se levanta mañana (por hoy). Esperemos que esté», manifestaba ayer Pedro Martínez después del entrenamiento matinal celebrado en la ciudad deportiva azulgrana.
Los servicios médicos y el cuerpo de fisioterapeutas azulgranas cuidan del jugador galo, cuya presencia se antoja clave para dar respuesta al formidable empuje muscular que atesora el Fenerbahce en la pintura. Jan Vesely y Nicolo Melli marcan la pauta, aunque el turco Ahmet Duverioglu ya ha dejado de ser un mero relleno dentro de una batería de gigantes que este verano contó con un nuevo recluta de alto nivel como el francés Joffrey Lauvergne. Una hipotética ausencia de Vincent Poirier sobrecargaría de trabajo a Johannes Voigtman, Tornike Shengelia, Ilimane Diop o incluso a un Ajdin Penava que, de momento, no tiene peso alguno en el juego azulgrana.
En cualquier caso, las fuentes de peligro del Fenerbahce no solo se concentran bajo los tableros. El equipo que comanda Obradovic es de los que fuerza casi siempre a su rival a una guerra total; a un lado u otro de la cancha, en el perímetro o en la pintura. El arranque de campaña ha obligado a la escuadra estambulí a moverse en el mercado para buscar un sustituto al timón de Tyler Ennis, condenado a la rehabilitación tras una grave lesión en la que se fracturó la tibia. Erick Green es el nuevo recluta a las órdenes del preparador serbio. El exjugador del Valencia Basket quizás no tenga el relumbrón del canadiense con pasado en los Lakers pero reapuntala una línea exterior bien surtida de calidad y polivalencia. Kostas Sloukas, Ali Muhammed, Luigi Datome o Nikola Kalinic constituyen el núcleo duro y consolidado de un perímetro que destila energía y capacidad de pegada. Luego está la experiencia y el toque genial de Zeljko Obradovic, su condición de estratega consumado y su capacidad para dominar los partidos.
Un triunfo no colocará al Baskonia en la cima de los favoritos y una derrota tampoco lo debería hundir en las catacumbas. Eso sí, puede ser un encuentro para medir la capacidad de su veneno ante oponentes que viajaran en la primera clase del pasaje de la Euroliga. Por otro lado, todo suma, y más ante oponentes de semejante nivel, para mantener el temple y la buena dirección en un camino todavía largo. La carrera de fondo aún se encuentra en su fase inicial. Los azulgranas quieren mantener el paso, pero también probar su capacidad de aceleración.
El coliseo de Zurbano reúne esta noche a dos contendientes que cruzaron armas por última vez en los cuartos de final de la pasada Euroliga. Entonces, el Fenerbahce hizo buenos los pronósticos y la ventaja de campo para acceder a la Final Four de Belgrado, donde caería en el duelo clave por el título frente al Real Madrid. En el arranque del presente curso, la escuadra otomana acredita cuatro victorias (Gran Canaria, Zalgiris, Khimki y Bayern) y tan solo ha cedido un encuentro frente al Anadolu Efes. Entre los tópicos del baloncesto europeo suele imperar el de que los equipos que dirige Zeljko Obradovic son de maduración lenta. Puede que sea cierto, aunque en el historial reciente de la fase regular hay ejemplos para abonar cualquier teoría. Hace dos campañas, el Baskonia que manejaba Sito Alonso zarandeó con un 86-52 a una escuadra turca que, con el andar de los meses, se coronaría campeona de Europa. Por contra, el curso pasado el Fenerbahce se llevó el choque en territorio alavés con un holgado 69-83.
Zeljko Obradovic toma nota de los cambios introducidos el pasado verano en el Baskonia, pero asume que la continuidad de Pedro Martínez dicta «la misma filosofía de juego que la pasada temporada». En este punto, el técnico serbio alude a dos aspectos fundamentales del baloncesto que pone en práctica el plantel vitoriano y que tendrán que controlar sus jugadores. «Hacen una defensa agresiva e intentan correr. Como siempre sucede contra el Baskonia, va a ser un partido muy difícil», pronostica Obradovic. El conjunto azulgrana y el Fenerbahce chocan esta noche en el Buesa Arena en un duelo que promete emociones fuertes. En lo que respecta a las gradas, el club vitoriano ya tiene asegurada la mejor entrada desde el arranque de campaña, dado el ritmo de venta de localidades de los últimos días. A falta de conocer la cifra definitiva, se da por hecho que se superarán los 11.089 espectadores que asistieron al triunfo ante el Darussafaka, que marca el tope de asistencia desde que diera comienzo el curso.
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