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Bienvenidos a los 'play off' de la Euroliga, allí donde cada posesión se debe disputar con los ojos inyectados en sangre y hay que adaptarse a jugar con el mínimo de oxígeno en los pulmones. Lo sabe perfectamente un plantel de jugadores expertos como el ... Fenerbahce y conviene que lo interiorice hasta el tuétano el Kirolbet Baskonia. En caso contrario, su supervivencia en la serie que arrancó este miércoles en el Ulker Sports Hall de Estambul se antoja más que complicada. También deberá tendrá que aferrarse a los beneficios de la puntualidad.
En la apertura de la serie, entró en el duelo demasiado tarde, impedido por su propio espíritu cohibido y por la sucesión de constantes portazos a los que le sometió su rival durante una primera parte de abrumador control otomano. Al menos, el Baskonia demostró que es capaz de encontrar un camino para poner en aprietos con su resurgimiento en el tercer cuarto y su capacidad para recortar distancias durante el último, cuando el Fenerbahce parecía un equipo más humano en lo físico, pero con un nivel de eficacia notable para ahogar las opciones vitorianos. Los azulgranas llegaron tarde, pero aprendieron a caminar sobre el filo antes de caer.
Fenerbahce Dogus
Wanamaker (16), Nunnally (13), Kalinic (4), Thompson (4) y Vesely (13) -cinco inicial-, Sloukas (10), Guduric (5), Melli (5), Duverioglu (4) y Datome (8).
82
-
73
Kirolbet Baskonia
Huertas (6), Beaubois (13), Timma (5), Voigtmann (2) y Poirier (4) -cinco inicial-, Vildoza (12), Janning (11), Diop (4), Shengelia (16) y Garino (-).
Parciales 21-11, 22-15, 22-26 y 17-21
Árbitros Sasa Pukl (Eslovenia), Borys Ryzhyk (Ucrania) y Carmelo Paternico (Italia). Sin eliminados.
Incidencias Primer partido correspondiente al «playoff» de la Euroliga disputado en el Ulker Sports and Event Hall de Estambul ante 12.984 espectadores.
El primer asalto cae en manos del Fenerbahce, nada que no entrará dentro de las apuestas. Aún quedan balas que gastar, pero no es menos cierto que el Baskonia necesita una versión más completa y constante de sí mismo para ponerse a la altura de un oponente formidable. Durante el choque de este miércoles, vivió demasiado tiempo sumido en la angustia y el descontrol. Fueron dos primeros cuartos de angustia continua para el Kirolbet, superado por la agresividad defensiva de un Fenerbahce insaciable y que le sumió en una espiral de pérdidas de balón y de inferioridad reboteadora que le sumieron en un abismo demasiado profundo. Cuando quiso recuperar el papel de escalador, su esfuerzo fue encomiable pero insuficiente. Enfrente había un gigante muy poco dispuesto a conceder milagros en una serie en la que aspira a ejercer de castigador.
Después de una azarosa y notable fase regular, la escuadra azulgrana se introdujo en un clima por completo diferente en los cruces hacia la Final Four de Belgrado. En el otro bando, el vigente campeón, un equipo obligado por presupuesto, calidad de jugadores y sabiduría de su técnico a estar en la cita de finales de mayo en la capital serbia.
El plan de Zeljko Obradovic -¿puede haber otro para un poderoso en los 'play off'?- consistía en marcar territorio por la vía del aplastamiento. A fe que lo logró en una primera parte arrolladora. El Baskonia se veía con un 21-11 en contra al cierre del cuarto inicial, amoratado por el impacto defensivo que hizo trizas su política de compartir el balón en ataque mientras Brad Wanamaker, James Nunally y Jan Vesely causaban estragos en ataque. Los azulgranas funcionaban sin brújula, con Huertas y Vildoza superados, y descuidaban en rebote mientras la ventaja se acrecentaba en el segundo capítulo.
Ni la iniciativa individual de Rodrigue Beaubois funcionaba en un visitante desfigurado incapaz de sostenerse en pie hasta llegar al descanso desangrado con un 43-26 en contra. Tras verse contra las cuerdas con un 51-32 (minuto 24) abandonó la palidez de la mano de la vivacidad de Vildoza, el acierto de Janning y la sensación generalizada de que su maquinaria ofensiva recuperaba ritmo. El Fenerbahce controlaba el duelo de la mano de Sloukas, pero cayó en cierta complacencia hasta permitir a los vitorianos acercarse. Beaubois agarró fuerte el báculo del liderazgo en el arranque del cuarto final. Sus puntos dibujaron un 65-58 a falta de ocho minutos. El Fenerbahce respondía de la mano de Jan Vesely, pero encontraba a un rival que se resistía a caer. Tuvo que reaparecer Brad Wanamaker para hundir a golpe de triple las opciones vitorianas en la recta final.
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