Contracrónica del Baskonia-Joventut

Una fatídica tibieza defensiva

Y casi para corroborar los peores presagios, el Joventut empezó a decantar el choque desde el primer momento con Joel Parra en el poste bajo y un Kyle Guy desatado (36 puntos, con 9 triples de 16 lanzados) ante los flojos marcajes de Howard y Kurucs. En definitiva, el conjunto de Peñarroya no encontró el antídoto al veneno del escolta verdinegro ni a la presión de su rival en la línea de pase azulgrana.

Para cuando el quiso endurecer su trabajo defensivo, lo hizo sin acierto y hasta los árbitros castigaron sus contactos. Las dos faltas personales de Darius Thompson en el primer cuarto, sin relevo en el banquillo, trastocaron los planes azulgranas, con un ataque deslavazado que registró cinco pérdidas en los diez minutos iniciales (16-28). Pese a una leve mejora en el segundo cuarto, el paso por el vestuario tampoco sirvió a Peñarroya para activar a sus jugadores.

Los azulgranas lanzaron seis triples en los tres primeros minutos y medio del tercer cuarto por ningún lanzamiento de dos puntos. Lo fiaron todo a su pólvora exterior, con ataques menos precisos y menos elaborados de lo habitual. Fue un monólogo fatídico. Primero de Kyle Guy, que se visitó de Laprovittola en la Copa del Rey de Madrid 2019. Con 36 puntos, superó la mayor anotación de un jugador de la Penya en un partido de play off, por delante de Rudy Fernández y Jordi Villacampa y registró la segunda mayor marca de triples (9) de la ACB.

Aquel año, el Baskonia también tenía el factor cancha en cuartos y fue sorprendido por el Zaragoza (2-0). Vacaciones anticipadas para un equipo conmovedor en la Euroliga. Con similitudes también a la actual, en la que solo la presencia de Sedekerskis en la cancha, pese a que en ataque renuncia a ciertos tiros, le otorga al equipo un rigor defensivo propicio para los partidos claves.

Giedraitis, en ambos lados del campo, se echó a la espalda al equipo que lo fio todo a los triples. 36 intentos, por solo 31 de lanzamientos de dos. El Joventut, con nueve tiros menos, anotó uno más (15). De sus mejores marcas históricas. Gracias a Kyle Guy y a un juego mucho más equilibrado que, sin que Tomic desplegase su mejor juego, encontró en Brodziansky otro verdugo azulgrana. Como en el batacazo copero.