La Euroliga ya tiene claros favoritos

Aunque el tropiezo en casa contra los pistoleros del Milan generara nuevas dudas. Son, a priori, solo cosas que pasan. El conjunto de Spanoulis y Blatt aspira a todo este año. Ya lo explicó el entrenador israelí tras su victoria en Vitoria. «Somos un equipo en construcción, que aún no sabe hasta dónde puede llegar, pero que esperamos vaya mejorando mucho durante la temporada».

Puesto a predecir, y arriesgando poco, esos son los candidatos más sólidos a protagonizar la Final Four. Claro que tienen dos amenazas que solventar. El Real Madrid, por ejemplo, lucha contra el tiempo. Lleva muchos meses a un nivel altísimo y nada es para siempre. Lo tiene todo, pero hasta su capitán, Felipe Reyes, reconoció ayer que «es difícil estar así de bien 10 meses, pero lo vamos a intentar. Cuando lleguen los malos momentos, que llegarán, lo mejor es pasarlos unidos».

Para el Fenerbahce, el peligro tiene nombre de lesión. La de Tyler Ennis, que el domingo se rompió la tibia y que es baja de manera indefinida. Obradovic, sabedor que con billetes las crisis son siempre una oportunidad, ya ha salido al mercado. En breve realizarán una incorporación. Posiblemente, de esas que cortarán la respiración al continente.

En el lado contrario están el Khimki, que fía su futuro al acierto del sobresaliente y solitario Shved y que ha perdido sus tres encuentros, la 'Cenicienta' Buducnost y el novato Gran Canaria, que se la jugó al Barcelona, pero al que no se le ve con posibles más allá de las alegrías puntuales. El Darussafaka también parece llamado al batallón de cola.

Y entre ambos mares, un océano de talento baloncestístico. Los ocho equipos que pelearán por las otras cuatro plazas que dan acceso al 'play off'. El quinto elemento, por calidad, química entre los jugadores, la convicción del entrenador en el camino a seguir, carácter y el corazón de una ciudad que va a empujar cada jornada, tiene que ser el Baskonia.

La fuerza es poderosa en los de Zurbano. Y aunque están todavía muy lejos de ese máximo, este curso podría tener premios importantes si saben no dejarse seducir por el lado tenebroso de las florituras y las individualidades. Han aprendido en la competición ACB que su fragilidad resulta evidente si se relajan como en Burgos. Pero también que pueden destrozar a cualquier rival que les enseñe la yugular en un abrir y cerrar de ojos.

En la pelea no habrá ninguna facilidad. En Panathinaikos de Calathes y Pascual tiene oficio; el Anadolu de Larkin, Beaubois y compañía la fuerza del número y el Barcelona, esa eterna incógnita, quizás algún día dará con la tecla de mutar sus miedos propios en el terror de los competidores.

Eso si todo sigue una lógica que no es nada evidente. El tiro de feria que lidera Mike James en Milan la puede armar cualquier tarde, el Bayern, ante el que Baskoniadebe confirmar el jueves su candidatura es un muy buen equipo. El Maccabi tiene calidad y entrenador de postín y el Zalgiris, ahora en la encrucijada, es de una pasta especial.