La Euroliga avanza en el diálogo para incorporar un equipo de Dubái

Josean Querejeta, en una entrevista con este periódico hace casi un año, confesaba sin pudor su escepticismo acerca del ingreso árabe en el torneo que patrocinan las líneas aéreas turcas. «No tenemos más que pájaros y flores», afirmaba sobre la incorporación oriental. En aquellos momentos, la entidad azulgrana participaba de la minoría (cinco votos contra seis) que optaba por la continuidad del destituido Jordi Bertomeu, el sistema de 'todos contra todos' que garantiza la presencia de los mejores conjuntos en el Fernando Buesa Arena y el ingreso de París y Londres al baloncesto continental del máximo nivel.

Desde Emiratos Árabes Unidos se ofrece una inversión de 150 millones de euros en seis años -a razón de veinticinco por temporada- para fortalecer el músculo financiero de la Euroliga. A cambio, claro está, de ciertas condiciones. La primera, meter a partir del otoño de 2024 al equipo de Dubái. Y la segunda, organizar dos 'Final Four' en Oriente Medio entre las ediciones de 2025 y 2029.

Y el diálogo entre la organización deportiva y el poderoso socio que pretende meterse en ella avanza hacia un acuerdo que incluya al club asiático en el formato de una Euroliga creciente. La tendencia que apadrinan el director ejecutivo, Paulis Motiejunas, y Dejan Bodiroga marcha por esa senda de la expansión geográfica al calor del dinero.

Los nuevos dirigentes del segundo campeonato mundial. sólo detrás de la NBA, apuestan por la teoría del fuelle que garantice la presencia de un mayor número de equipos. Mientras aguarda a que los representantes baloncestísticos de las capitales de Francia e Inglaterra accedan a la primera velocidad a través de la Eurocup, plantea más conjuntos. Hasta veintidós o veinticuatro a medio plazo que obligaría a elegir la fórmula más factible de competición.

Un incremento de partidos que tal vez afectaría a los campeonatos nacionales y a las selecciones por extender el calendario desde los meses de septiembre hasta junio. O partir el torneo en dos conferencias, al estilo de Norteamérica, que privaría de ver a la mitad de los participantes durante la fase regular en el santuario de Zurbano.

El poderío económico de los petrodólares ya es muy evidente en otros deportes. Como caso próximo, la Supercopa española de fútbol que reúne en Arabia Saudí a los dos mejores clasificados de la Liga con los finalistas del torneo del k.o. O las cuatro carrera de la recientemente concluida Fórmula 1 en Abu Dabi con grandes premios también en Bahrein, Arabi Saudí y Qatar. Además del circuito paralelo y generosamente dotado de golf (LIV Series) que ha absorbido a figuras relevantes de la PGA estadounidense. Ante su fuerza financiera, los responsables de ambas partes ya negocian un acuerdo.