«He estado infravalorado toda mi vida»

- ¿Vuelve a sentirse bien físicamente como al principio de temporada?

- Sí, me siento fuerte. Solo necesité un tiempo en el taller para recuperarme.

- ¿Ya no nota dolor?

- No, hice mi trabajo de recuperación y me siento bien.

- ¿En qué jugada contra el Betis se lesionó?

- No hubo una jugada concreta. Pero me empecé a sentir mal, se lo conté a los doctores y decidimos chequearlo.

- Los médicos del club le dijeron que no era nada grave pero prefirió ir a Italia a ver a otro doctor. ¿No se sentía bien?

- Sí, pero busqué una segunda opinión pero los dos me dijeron lo mismo. Que todo estaba bien estructurado y que necesitaba hacer algunos ejercicios de rehabilitación para fortalecer los músculos (se señala el muslo).

- ¿De qué conocía a ese especialista?

- Fue una recomendación de mi agente, que es italiano. Hablé con el club y se alegraron de que obtuviera una segunda opinión para estar tranquilos. Ambas partes quedamos satisfechas con los resultados.

- ¿Tuvo miedo esos días a una nueva lesión grave?

- No, hice buenas sesiones después del partido contra el Betis y tenía confianza de que no. Solo estaba algo preocupado por saber cuándo podría volver a jugar, pero no tengo miedo a volver a lesionarme porque no pienso en ello.

- ¿Cómo fueron sus dos dolencias graves de la adolescencia?

- Tuve dos roturas de cruzado en la misma rodilla, con otras tantas operaciones. La primera, un rival iba a perder el balón y se lanzó para tratar de mantenerlo y se chocó con mi rodilla de apoyo. Y la segunda, fui yo solo con un mal gesto al poco de volver a los entrenamientos. Pero son cosas del pasado. Ahora mismo ya no queda nada de esos malos momentos.

- ¿Cómo es la vida de un chico de 15 años que tiene que pasar tanto tiempo sentado, con muletas y de rehabilitación?

- Es complicado y al principio sientes rabia de ver que lo normal sería estar intentando cumplir mi sueño. Por suerte, mi amor por el baloncesto no cambió.

- ¿En algún momento se planteó dejar de jugar?

- Nunca quise rendirme o dejar de jugar. Mi familia me ayudó mucho y me animó para que no fuera tan duro y para que volviera con más ganas y sin miedo a jugar al baloncesto.

- ¿Qué le han enseñado las lesiones?

- En aquel momento me convertí casi en un entrenador asistente del equipo de mi instituto. Así que gané olfato baloncestístico y otras perspectivas del juego. Y luego, con el tiempo, disfruto todavía más de los partidos.

- Antes de las lesiones era base. ¿Le sirve de algo ahora en su juego?

- Sí, era pequeño con 15 años pero justo cuando me lesioné, fue el momento en el que di el estirón. Crecí veinte centímetros en dos años y medio. Me viene bien para el manejo de balón y el bote.

- ¿En Estados Unidos ya conoció a algún compañero que leyera la Biblia en el vestuario?

- Sí, en algunos colegios lo hacen. Para mí no es una locura lo de Howard, ya lo había visto. Es su inspiración y verle tan concentrado también me inspira a mí.

- ¿Qué le aportó estar cerca de Gregg Popovich en su año de 'rookie' en el filial de los Spurs?

- Fue una gran experiencia para aprender de su disciplina diaria, a compartir mucho el balón, coger conceptos de juego de jugadores como Tim Duncan… Fue divertido.

- ¿Salió satisfecho de su primer año en Europa en el Cremona?

- Sí, tuve una gran relación con mi entrenador Paolo Galbiati, ahora asistente en Varese (club que preside Scola). Me empujó a llevar mi juego al siguiente nivel, también a actuar como alero.

- Ahí coincidió con Peppe Poeta. ¿Fue cuando escuchó hablar por primera vez del Baskonia?

- Sí, él me habló de su tiempo en Vitoria. Fue emocionante verle estos días que estuve en Italia. Es un gran tipo y tengo un gran recuerdo de él al ser mi base en Cremona.

- ¿Por qué decidió volver a la liga de desarrollo de la NBA en 2021 pese a tener ofertas del Alba Berlín y Zalgiris?

- Fueron muchas conversaciones pero tenía la oferta del contrato dual con los Pelicans y después de haber tenido un buen año en Italia y sin lesiones, pensé que tenía una buena oportunidad de tener minutos en la NBA. Ese es mi sueño pero desgraciadamente no fue así aunque fue una gran experiencia para mí.

- ¿Alguno de esos equipos volvieron a interesarse este verano antes de fichar por el Baskonia?

- Hubo otros interesados pero el Baskonia fue el principal y lo tuve claro.

- El Baskonia tuvo tres derrotas seguidas cuando no jugaba. ¿Se siente así de importante?

- Creo que los trece somos importantes en este equipo pero mi rol a veces sí que es hacer las mejores cosas. Me siento importante y estoy encantado. He estado infravalorado toda mi vida. Las lesiones en el instituto hicieron que pocos confiaran en mí en la universidad y también después. Mi mentalidad desde entonces siempre ha sido dar lo mejor de mí y que la gente que no me conociera lo empiece a hacer. Algunos se están sorprendiendo esta temporada, así que me viene bien estar infravalorado (rsonrie).

- Tiene una forma de tirar muy estética. ¿De dónde le viene?

- Probablemente de todas las horas que he empleado desde que era un niño junto a mi padre. Yo tiraba a todas horas, me grababa y me veía a cámara lenta. E íbamos cambiando cosas.

- ¿Cómo se considera como jugador en defensa?

- Creo que estoy mejorando. Cada vez tengo más peso, soy más fuerte y pongo al 100% de mi esfuerzo en defensa. Aquí, en Vitoria, el equipo está poniendo mucho énfasis en que mejore ahí. Los primeros partidos tuve problemas de faltas. Jugaba duro y me las pitaban, ahora voy aprendiendo ya.

- Tiene cara de buena persona y de ser aún más joven. ¿Le ha traído cosas buenas o malas sobre la cancha?

- Solo sé que no puedo cambiarlo (ríe). Algunos piensan que así los árbitros me respetan menos pero no lo creo. Se equivocan como todos nosotros, pero creo que es mejor conversar con ellos que no intimidarlos con una mala cara.

- ¿Qué habría sido Daulton Hommes si no se le hubiera dado bien el baloncesto?

- No sé, también disfrutaba jugando al fútbol americano. Así que quizás por ahí. Estudié ADE, así que quizás algún negocio.

- ¿Qué tal la vida en Vitoria?

- Me gusta mucho el centro y la gente. Los sitios de comida es lo primero que estamos exprimiendo. Sobre todo para cenar con mi novia y en casa disfruto con los videojuegos. También vamos a San Sebastián si hace bueno a disfrutar de la playa o a Bilbao a ver el Guggenheim. A ver si llega el verano para ir más a la playa.

- ¿Sabe que a los aficionados les están encantando los 'tik tok' de su pareja enseñando la ciudad?

- Sí, me han llegado muchos mensajes (ríe). Es divertido. La gente se ríe mucho con nosotros, con el de ir hacer la compra al supermercado, pero es que para nosotros todo es nuevo aquí. Es muy diferente a Estados Unidos y algunas cosas nos sorprenden. Lo seguiremos haciendo y espero que la gente se siga riendo.