La estabilidad en los banquillos de la canasta

De hecho, sólo tres entrenadores actualizarán el álbum de cromos del torneo doméstico y únicamente cuatro se empadronan desde este verano en lugares diferentes a los anteriores dentro del concierto internacional. Con la duplicidad que supone el caso de Roger Grimau, el nuevo técnico del Barça que ocupa con las mismas posaderas dos sillas por la participación del club culé en ambas competiciones.

Las juntas directivas huyen de las revueltas a la hora de encomendar sus proyectos deportivos, según se deduce de las contadísimas modificaciones. En el caso de la ACB, dos preparadores debutarán en la máxima categoría y otro, el aquí bien conocido Natxo Lezkano, regresará a la elite después de su tendencia a trotar el mundo y a los cuatro años de dirigir al Breogán.

La irrupción que más atenciones concita es la del líder blaugrana, quien levantó una Euroliga como jugador al frente de la entidad del Palau. Grimau encarna el meritoriaje y el ascensor al ocupar el puesto de técnico de la megaplantilla profesional catalana procedente del segundo equipo. Y releva, nada menos, que a Sarunas Jasikevicius, otro emblema mayúsculo de la entidad.

El vizcaíno Lezkano y formado en Álava, exasistente en el Baskonia, vuelve a la ACB por el retorno inmediato del Morabanc Andorra. El equipo del Principado bajó a la LEB Oro hace un año y a las órdenes de Natxo ha recuperado su estatus al primer intento. De este modo, el técnico que ascendió al Palencia desde LEB Plata, dirigió a Costa de Marfil y acumuló un trienio en Oviedo (segunda categoría) retorna al torneo de la patronal de clubes.

El mismo en el que debutarán como primeros espadas Salva Camps y Marco Antonio Justo. El primero deja de aconsejar a Pedro Martínez en el Nou Congost de Manresa para ocupar la banda del pabellón Fontajau como sustituto del veterano Aíto García Reneses y bajo la presidencia de Marc Gasol. Y el canario, nada menos que una década en el coro técnico del Tenerife, probará la máxima competición española al frente del recién ascendido conjunto castellano-leonés que dirigía Pedro Rivero, de vuelta al Estudiantes.

Tampoco se registran seísmos en la escala de los desastres naturales a la hora de virar los ojos hacia el primer campeonato continental. Aparte del caso ya mencionado de Grimau, que debutará a un tiempo en el torneo que patrocina Endesa y en la Europa de la primera velocidad, apenas tres relevos más acompañan esta noticia tan destacada.

La primera, desde luego, concierne al baloncesto vitoriano por cuanto Pablo Laso representa en el deporte de la canasta provincial. Un año largo después de su controvertida salida del Real Madrid tras una crisis cardíaca la madrugada posterior al 2-0 ante el Baskonia, el vitoriano vuelve a la Euroliga. Lo hace por la puerta del Bayern, marca de indiscutible prestigio futbolístico. Tras dejar en la Casa Blanca un impresionante legado triunfal de veinticinco títulos a lo largo de once temporadas, aquel base del San Viator releva ahora a Andrea Trinchieri al frente del cuadro bávaro.

Aunque si quieren morbo ahí queda la figura de Ergin Ataman, un entrenador encantado de conocerse y de generar controversias. El doble ganador de la Euroliga en dos cursos sucesivos con el Anadolu Efes deja su Turquía natal para acudir a la llamada del Panathinaikos. El club ateniense del trébol malvive demasiado tiempo ya en barbecho y a la sombra de su archirrival de El Pireo. Adiós a Dejan Radonjic y bienvenida al polémico hombre del flequillo. En el lugar que deja libre Ataman se sentará Erden Can, colaborador tantas campañas de Zeljko Obradovic en el Fenerbahçe.

El campeonato que apadrinan las líneas aéreas turcas reúne nada menos que a seis entrenadores que ya conocen las dulzuras continentales. Con Obradovic a la cabeza, claro, que acumula casi la mitad de los veinte entorchados a razón de cinco en Atenas y otros repartidos entre Belgrado, Badalona, Madrid y Estambul.

Le sigue Ettore Messina, cuatro títulos a pares en Virtus y CSKA. Y, a continuación, una terna con dos trofeos izados: Dimitrios Itoudis (CSKA, 2016 y 2019), Pablo Laso (Real Madrid, 2015 y 2018) y Ergin Ataman (Efes, 2020 y 2021). Completa la lista Georgios Bartzokas (Olympiacos, 2013). El equipo con el que a punto anduvo de repetir el éxito capitular si no fuera por el último milagro de Sergio Llull el pasado mes de mayo en Kaunas.