Un emocionado Splitter se dirige al público del Buesa Arena. Igor Martín

La elástica de Splitter ya brilla en el cielo del Buesa

El brasileño recibe del homenaje de una afición puesta en pie para recibir a uno de los grandes mitos baskonistas

Carlos Pérez de Arrilucea

Domingo, 5 de mayo 2024, 17:21

Emocionado y con un remolino de sentimientos que ha tratado de digerir con ese carácter templado que siempre le ha caracterizado. Tiago Splitter ha vuelto a su casa para recibir el homenaje del público del Buesa Arena, su público, el Baskonia, su club, y de ... una ciudad que le acogió cuando tenía quince años y era un muchacho imberbe, altísimo pero descoordinado; un diamante por pulir que a base de trabajo y tesón, se convirtió en uno de los históricos de la entidad azulgrana. En los prolegómenos del choque ante el Girona, Tiago ha visto cómo esa elástica que defendió con el dorsal 21 a la espalda se elevaba a lo más alto del coliseo de Zurbano. Camiseta retirada, homenaje merecido y una techumbre que ya cuenta con un quinteto de figuras magníficas. Prigioni al timón, Vidal y Rakocevic en las alas y una pareja interior mortífera como Splitter y Scola.

Publicidad

Noticia relacionada

Tiago Splitter caminó en solitario hacia el centro de la cancha minutos antes del inicio del encuentro. Acompañado por el director deportivo azulgrana, Félix Fernández, tomó el micrófono mientras una atronadora ovación surgía de las gradas del Buesa Arena, con el público en pleno puesto en pie para dar la bienvenida al mito. La emoción puso un nudo en la garganta a un Tiago que ni pudo ni quiso disimular las lágrimas. Sus palabras brotaron sinceras con un agradecimiento a la afición, a la ciudad y a personas claves en su carrera como el presidente azulgrana, Josean Querejeta, o el secretario técnico, Alfredo Salazar, «que me trajo desde Sudamérica». Tampoco se quiso olvidar de quien es su padre vitoriano, Iñaki Iriarte. «¡Iñaki, te quiero!», afirmó Splitter ante un público entregado.

Un momento para el reconocimiento, pero también sirvió para constatar que Tiago Splitter, a pesar de confesar que «se siente un poco viejo», mantiene ese porte de jugador que le convirtió en el mejor 'cinco' de Europa antes de poner rumbo a la NBA. Ya con 39 años, cualquier diría que está para jugar si no fuera por esa lesión de cadera que forzó su retirada. En cualquier caso, el presente del exjugador azulgrana sigue pegado a una canasta y a un balón. Ejerce de técnico asistente en los Houston Rockets. Durante un encuentro previo con un grupo de socios baskonistas, Splitter confesó su dieta. «Desayuno, como y ceno baloncesto». Hay madera de entrenador.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Accede todo un mes por solo 0,99€

Publicidad