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Casi sin darnos cuenta estamos a un paso de comenzar el nuevo recorrido para la temporada 2021-22, nunca exenta de novedades en lo que se refiere a la esfera baskonista. Si por el lado de las competiciones entran dentro de la normalidad conocida de ... los calendarios, fechas, sedes y rivales ya establecidos solo las normativas antipandemia y su paulatina relajación ofrecen alguna novedad acerca del aspecto de poder llegar a una afluencia de espectadores al campo que justifique el espectaculo. Solo por la vía de la televisión será difícil mantener a los aficionados interesados. Un gran problema que están sufriendo profundamente las competiciones, los clubes y el Baskonia en particular. De todas las maneras, no es nada inesperado en el momento actual.
Por el lado de la plantilla , siete incorporaciones presentan un equipo totalmente renovado. Se desprende de todos los pívots (los más altos que ha tenido nunca, sobre todo a la vez) e incorpora a Matt Costello, Landry Nnoko y Steven Enoch, esperando que estén más preparados para un mayor desafío físico. Pasa lo mismo con los bases; desaparecen los anteriores y aunque se recupera a un conocido Jayson Granger y se incorpora a Wade Baldwin la dirección es cuando menos novedosa. Alrededor de este eje dirección-pintura, los repetidores Tadas Sedekerskis, Rokas Giedraitis y Alec Peters se rellenan con Simone Fontecchio y Vanja Marinkovic. Los jóvenes Kurucs y Raieste completan la plantilla con un papel de complementarios.
Jugador por jugador, todos ofrecen un curriculum importante que justifica con mucho su contratación. La dirección técnica baskonista da la sensación de que de nuevo ha hecho bien los deberes y pone a disposición de Dusko Ivanovic una plantilla muy del estilo de juego que persigue el montenegrino. Es sabido que solo con poner en pista buenos jugadores no se garantiza tener un buen equipo. La labor del entrenador va a ser fundamental en el buen hacer de la temporada. Hay muchos egos que ensamblar a la vez y que tienen que jugar juntos si se quiere tener éxito.
En otro equipo, lo comentado sería suficiente para entenderlo, si coordinamos la plantilla y vamos resolviendo etapas (partidos) iremos pensando en los objetivos. De alguna manera ya iremos viendo dónde podemos llegar. El Baskonia no es así. Nunca lo ha sido y, de alguna manera, es lo que le hace diferente. Los objetivos están marcados de inicio, se proponen por defecto y hacen que todo se mueva diferente. El Top 8 de la Euroliga, la clasificación para la Copa y los play off de la Liga ACB son el primer paso. El equipo tiene que rendir de acuerdo al objetivo planificado. Si no lo hace, no ha habido nunca problema para cambiar. No el objetivo, pero sí la plantilla. Un nivel de exigencia que le hace mantenerse en primera línea.
La competición comienza a tope de partidos, combinando Europa y ACB, con muy poco espacio de tiempo entre enfrentamientos. El camino está trazado y no hay margen de pensar en otra cosa que en competir y ganar. A diferencia de otras ligas , aquí los partidos son importantes del primero al último. Hay que intentar sumar cada día, que luego nada sobra.
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