El Euromillones del viernes: comprobar resultados del 31 de enero

El Baskonia vence al San Pablo Burgos por 80-69 y deja en manos del Lenovo Tenerife sus posibilidades de incorporarse a la fase final de la Copa del Rey en Granada. Un resultado engañoso desde el punto de vista de que pudiese parecer que ... fue cómodo; de hecho fue la mayor diferencia de que dispusieron los baskonistas. Una puesta en escena excesivamente anodina por parte local permitió que los de Paco Olmos encestaran en cada ataque y que marcaran las primeras diferencias en el marcador.

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Otra vez remar contracorriente y esperar que el contrario no aguante. Un nuevo dejà vú. La defensa vitoriana es casi casi inexistente, de una permisividad exasperante, de la que no se salva nadie, y así es difícil controlar partidos. Si empezamos por lo primero, con que el 1x1 no es sólido, que te desbordan cada vez, y a cualquiera, siempre se está penalizado. Si la defensa no es exigente, cualquier contrario en la ACB (no digamos en Europa) castiga sin piedad. El San Pablo Burgos es lo que es, y está clasificado en la zona baja por algo, pero hasta que le faltó fuelle (calidad) compitió correctamente. Fue el primer pecado baskonista para dejar que el partido discurriese descontrolado.

Si por un lado la defensa no permite sujetar los marcadores, por el otro el ataque se muestra desesperadamente espeso. Los bases siguen reteniendo en exceso el balón, les cuesta mucho construir mediante la velocidad del pase y el bote es demasiado protagonista. Es verdad que tanto Baldwin como Granger son tiradores en cuerpo de base y que juegan desde su anotación. Pero esta característica retiene las posibilidades del resto. Así que cuando liberan el balón para el resto, o están parados o el tiempo se les hecha encima para aprovechar su oportunidad. Reducir oportunidades no es una buena opción para un equipo en el que, en general, los jugadores tienen un potencial anotador notable. Sus mejores resultados a lo largo de la temporada siempre han venido del pase por encima del bote.

El partido en general no fue bueno. Si no estuviese por medio lo que puede significar el resultado sería para olvidar. Pero los del Buesa Arena están tan necesitados de sumar que todo tiene relevancia. Puede servir para la clasificación copera pero ademas hay que entrar en los playoffs por la Liga ACB y no sobra nada. El momento actual de los azulgranas no transmite grandes motivaciones, pero tiene unas virudes, tanto en el terreno anímico como técnicas, que aún están por explotar, Por eso quizás hay que esperar que Neven Spahija acierte con la tecla que lo saque a flote. Es que no hay otra y queda mucha temporada por jugar.

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