En horario nocturno se enfrentan hoy el Bilbao Basket y el Baskonia en un partido de máxima rivalidad. A primera vista podría pensarse que el resultado final del primer derbi vasco será consecuencia de los avatares del juego. En última instancia será así, aunque conviene ... tomar en consideración diferentes circunstancias que condicionan el marcador que saldrá de Miribilla. El Bilbao Basket llega al enfrentamiento con cinco partidos jugados en la de ACB, de los que ganó los tres primeros y ha perdido los dos más recientes, más dos enfrentamientos en la Champions League europea, ambos sellados con victoria. En el mismo período de tiempo, el Baskonia ha disputado diez encuentros, de ellos cinco de Euroliga, estos con un nivel de exigencia máxima.
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La gran dificultad para los de casa será superar la tensión emocional, aburridos de entrenamientos, ansiosos de reencontrarse y corregir los defectos técnicos o lo que es peor, recuperar la puntería de Smith después de una serie de dos de 15 en lanzamientos triples en sus recientes derrotas ligueras. ¡Cuánto comecoco en el entrenador, cuánto aburrimiento esperando el partido! Mientras, el Baskonia lleva unas semanas viajando, jugando, entrenando... Y olvidado lo del viernes en Francia, porque el próximo adversario está aquí. Cierto que ese ir y venir genera lesiones y cansancio, pero cualquier jugador, entrenador o utillero le diría que prefiere dos partidos por semana. A los vitorianos, que hace menos de 48 horas recibieron una paliza a mano del Asvel Villeurbanne, la abultada derrota en Lyon les espoleará o debilitará su ánimo. Lo cierto es que no tendrán tiempo de especular.
El resultado del encuentro de esta noche en Miribilla será la consecuencia de la guerra que monte el Bilbao Basket, propia de otros momentos de la temporada, y cuchillo entre los dientes saque del campo a los alaveses, o por el contrario, estos, acostumbrados a las batallas europeas, jueguen un partido más de la larga lista que les espera. El jueves recibirán al Maccabi en el Buesa. Los aficionados alaveses romperán la monotonía semanal y la llama baloncestística seguirá luciendo. Por su parte, los bilbaínos deberán esperar al día 20 de noviembre para ver a los suyos ante el Fuenlabrada. Decidan los lectores quién de los dos tiene ventaja en esta situación.
Al final de temporada, los locales, si no entran en los play off por el título de liga, habrán disputado un total de 34 partidos, de los que solo 17 ante su público, más unos pocos de la competición europea. Es dificil fidelizar a una afición en tan pocos encuentros. El Baskonia les doblará fácilmente.
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Aunque no soy de nostalgias, permítame la licencia. Jugué dos años en El Águilas de Bilbao y tengo el recuerdo de cómo animaban los abuelos de los jóvenes aficionados de hoy. Que alguien ponga los medios para que el Bilbao Basket llegue a meter al equipo en Europa. Insisto, la diferencia está en la estructura de club. Recuerden que el Baskonia tiene plaza fija en la Euroliga, lo cual le permite gestionar su futuro con dificultades pero sin tragedias. Ahora bien, cuando el balón sale por los aires, nada está escrito, sin pronóstico.
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