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Los problemas crecen para el conjunto vitoriano que no pudo hacer eficaz el efecto de su barita mágica como en otras comparecencias. En Múnich no bastó con la «Santísima Trinidad», es decir Howard, Moneke y un excelso Codi Miller McIntyre, para salir del entuerto en ... el que el propio Baskonia se metió, como casi siempre, por no entender desde el inicio, que sin un rigor defensivo en Europa, las victorias son cada vez más caras. Después de ser zarandeado por el Valencia Basket hace una semana, los errores se repitieron ante un Bayern de Múnich que persigue su último tren en la competición europea y que con Ibaka y Lucic recuperados y la experiencia de Pablo Laso en el banquillo, puede ser el árbitro de esta competición.
Cuando este Baskonia recibe más de 90 puntos, no es capaz de llevarse la victoria. Lo dicen las estadísticas que brillan en su anotación, los vitorianos sumaron 109 puntos, con 17 triples de 35 intentos, un más que aceptable 48% de acierto. En este deporte donde meter es tan importante como que no te metan, cubrir con deseo la retaguardia es una cuestión de actitud. Y en ese enfoque, la pieza que hace funcionar esa maquinaria no pudo comparecer en el parqué alemán. La lesión de última hora del capitán Tadas Sedekerskis, un problema muscular a la espera de que hoy se puedan conocer más detalles así como los plazos de recuperación, desbarataron el plan pertrechado por Ivanovic al que no le agradaron los 56 puntos encajados antes del descanso.
Y es que no poder contar con los 7,2 rebotes del lituano, segundo máximo reboteador de la Euroliga, el primero es Chima Moneke con 7,3 es una concesión que se paga cara si el plan B no se pude llevar a cabo. 27 capturas se hacen escasas cuando el rival te supera en ocho. A pesar de las necesidades, el técnico montenegrino fue fiel a su filosofía, apostándolo todo a la calidad de Matt Costello en el juego interior. El pívot de Michigan cuajó una buena actuación con 18 puntos y 5 rebotes, mientras el expediente Diop aumenta su misterio. El senegalés vivió su enésimo partido en el banquillo sin oportunidad alguna de poder convencer a su entrenador de que puede ayudar en la rotación. Tal vez un duelo mano a mano con Ibaka le habría venido grande, pero por físico rotundo podría haber significado parar la supremacía del ex NBA que a sus 34 años, quiere volver por su fueros en Europa.
Justo de todo, la plantilla vitoriana se antoja corta se mire por donde se mire. Sirva como ejemplo, los 33 sorprendentes minutos de Dani Díez en pista. Los problemas de faltas situaron en el abismo a un envalentonado Baskonia empujado por la voracidad de Codi Miller McIntyre. Los azulgranas se enfrentaron a la prórroga sin Howard ni Moneke eliminados por falta y con Costello sin poder seguir por una torsión en el tobillo. Más allá de la épica, «el lobo azulgrana», estiró su estadística a los 20 puntos, 5 rebotes, 15 asistencias y 39 de valoración, que le sitúa en la novena en el ranking histórico de jugadores del club gasteiztarra en la Euroliga. Después de la pechada de esfuerzos sin descanso, este jueves llegará el Maccabi, otro ogro en la pelea por el play-in o puestos a soñar, el play-off .
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