Con dedicatoria

Muchas bajas en los visitantes pero solo importante la de un vitoriano al que queremos. Palmas porque Pablo evoluciona favorablemente y aplausos verdaderos de todos los presentes. Presente Caseur con la primera canasta desde El Retiro demostrando que no está para retirarse. Dominio de las defensas con los puntos de mira como para hacérselo mirar. Peters los mantenía a raya con la ayuda de Baldwin, Fontecchio y alguna transición. Pero por el acierto desde su casa, en la nuestra, de Fabien y Hanga unido al gigante Tavares, los blancos comenzaban a ponerlo de su antónimo. Cumplía el Madrid con las lecturas según San Mateo, lo que obligaba a Neven a pedir tiempos muertos y rogar a todos los santos.

Entrada en escena de Rodolfo con un triple más y generando para hacer que los de la capital adquiriesen una ventaja del mismo nombre. Nosotros, demasiado anárquicos con soluciones individuales que solo generan problemas al colectivo en tanto que los madrileños aprovechaban los cambios grande-pequeño y su juego interior para destrozarnos el intestino. Mucho más equilibrio, poderío físico y centímetros que hacían a los grandes de Spahija liliputienses. Insistencia en las defensas individuales sin tratar de buscar las cosquillas con otro tipo de alternativas que al menos hiciesen pensar a un equipo que jugaba de memoria.

Veíamos pasar los minutos igual que la vaca al tren sin que nadie cogiera al toro por los cuernos. Menos mal que los de 'Floren' se dejaban ataques en la chistera y balones por el camino para que la distancia estuviera a diez pies. Baldwin y Simone soportaban un ataque por momentos insoportable junto al libre. 9-0 de parcial en nada tirado por el 'Walter'. Entre pitos nos fuimos pensando que ser muy bueno siempre 'Wade' la pena.

Los cinco de desventaja se quedaban en tres por nuestro 'cinco'. Las muñecas, dormidas quizás por la hora, no nos permitían ponernos a su altura e iniciar otro momento de bajón. Deck nos daba 'pal pelo', Tavares hacía de nuestra zona su barra de bar y de nuevo el Madrid nos devolvía parciales en día de examen final. Los de naranja, jugando con la frustración del que nunca ha jugado y los del Bernabéu corriendo por el césped del Buesa como si fuese su pradera.

Jugábamos a tirones sin tenerles ya a tiro. No nos dejaban correr para que el juego estático fuese nuestra cruz y su gigante, la tapadera. Impresionante su '22' en ambos aros. Vivíamos a la tremenda con unos pocos y la envidia sana de un rival que, a pesar de las bajas, sabe de primera mano lo que es un fondo de armario. Por algo de rebote en su canasta y el Granger en gran capitán volvimos a hacer creer al ateo.

Vivimos los mejores minutos más por pasión que juego. Vuelta a la tortilla por parte madridista sin que de nada sirviesen los huevos de alguno de los nuestros. El desatino exterior, su abuso interior y una paciencia que volvía loco al mismo Job nos fueron llevando por la calle de la amargura. Impotencia baskonista que comenzaba a oler a cremas solares, sombrillas de colores y vacaciones en el mar. Era manifiesto que en un juego donde el aro tiene una gran altura siempre es mejor disponer de jugadores que puedan hablarle de tú a tú. Punto final a una temporada dond5e nos ha faltado el área de un rectángulo, base x altura y cuadrar un banquillo con mejores jugadores.

El Madrid se llevó una clara victoria con dedicatoria a Pablo. Nadie puede decir que el equipo lo intentó pero volvió a quedar clarinete que sin las piezas necesarias los grandes te soplan la oreja. Llegar a semifinales, una proeza; Neven, un señor del pasado y Joan y los fichajes obligados, el futuro. No os queméis.