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Parece que la nueva variante además de contagiosa saca los colores a los sistemas de salud. Algunos pasan con extremada facilidad del aplauso 'balconiano' al ... olvido del sanitario. Olvidar nefastas visitas a la Pilarica y ponerse las pilas es lo que esperábamos de un Baskonia sin Neven pero con el gran David.
Sin Nnoko por la apertura de un expediente disciplinario y con los azulgranas cargando la primera bola dentro para que nos enterásemos. Intercambio de aciertos. Giedraitis y Laprovittola sacaban sus confetis desde el 6,75, Mirotic disfrutaba de la defensa de Tadas y el partido era un cotillón de canastas. Los aros no los cerraba ni Urkullu. Idas y venidas con un 'porque tú porque te' que alegraba la víspera de despedida del año viejo. Con la entrada de Sanli, junto al chico para todo Smits, y Jokubaitis los de Laporta abrieron la puerta interior para intentar dar un portazo.
Baldwin, Costello y su sorprendente ausencia de pívots permitían a los de Gil mantener el tipo. Brindábamos con cava al ver a un equipo baskonista que olvidaba Zaragoza recuperando sus burbujas. Llegaron minutos de hambruna ofensiva catalana a la que Matt sacó provecho. Reboteábamos en su aro con apetito, el balón era de todos, hacíamos carrera y nos merendábamos al Barça con tumaca. Gran segundo cuarto con Costello estelar, Peters sin miedo, buen tino y el Granger con mando.
Cincos iniciales sin concesiones a las canteras. Enoch de Pravia abriendo la lata con su aromática muñeca y Simone enchufando como el mejor de los electricistas. El Barça vivía de la calidad de Mirotic aunque no le llegaba. Nuestra puntería digna de un francotirador. Rokas, el nuestro, junto al italiano gritaban a los de Saras arrivederci. Diez puntos en la cesta de la compra, del partido, sin reparar en el IPC. Sus donaciones una alegría para las zapatillas de correr y su tercer cuarto ofensivo de caganer. Bastantes minutos jugando con pequeños que engrandecían las diferencias.
Nuestra línea exterior, con una locura de acierto, hacía enloquecer a unos culés de muñecas rotas. Tercer acto para enmarcar de un grupo de jugadores sobrados de calidad pero a los que les hace falta olvidarse del Guadiana. Felices en los 20, y alguno más, mostrando una sobrada madurez. Baldwin destapaba su tarro con esencias, Giedraitis es un dolor para cualquiera si no tiene dolores, Enoch es el talento con despistes, Fontecchio no se despista, Matt mata, Peters da lo que puede y Granger pone las canas. Así pasamos una velada alegre, con un control del juego que daba gloria bendita por la susodicha de Chiquito y nos preparábamos para despedir el año con nuevas ilusiones entre aros. Feliz por David y de ver un Baskonia Goliath.
El Baskonia le dio cremita a la catalana a un Barcelona al que abrasamos. Impecables en control del balón, rebote, acierto y juego coral. Dejamos el 21 con la ilusión de que este equipo centrado es capaz de aguar la fiesta a un trasatlántico. Urte Berri On y un 2022 con achuchones sin metro y medio.
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