La corta rotación de ocho creyentes baskonistas abatidos por el cansancio

Sedekerskis y Rogkavopoulos presenciaron el duelo desde el fondo del banquillo. El lituano con semblante más serio de lo habitual a causa de una sobrecarga en el tendón de Aquiles por el que no se le descarta para jugar mañana en el Palau. El griego, por su parte, tiene problemas en el aductor izquierdo y su comparecencia parece más compleja. Da la casualidad de que ambos jugadores comparten una posición, la de alero, de la que también se ha caído Sander Raieste. El estonio sigue un tratamiento conservador de una pubalgia que en Estonia recomiendan reponer en el quirófano.

Tres bajas concentradas que Laso, de inicio, reemplazó con Moneke en la posición de 'tres' (hasta que cometió dos faltas rápidas) y Ousmane Ndiaye otra vez titular como ala-pívot. Al senegalés no se le pueden negar ganas, arrojo y desparpajo, con cinco lanzamientos, pero aún no ha encontrado el acierto. Se desfondó al participar en todo el primer cuarto y parte del segundo, se fue al banco tras catorce minutos y medio para ver desde allí el resto del partido.

Tampoco Khalifa Diop, la otra irrupción para derrotar al Real Madrid, tuvo su mejor noche. Dos de sus tres rebotes fueron en una acción bajo el aro que con todo a su favor no logró finalizar con canasta. No llegó a los diez minutos sobre la cancha. Mientras tanto, Jaramaz y Pavel Savkov, por su parte, se quedaron otra vez sin quitarse la camiseta de calentamiento en una jornada en la que cuatro exteriores se repartieron los tres puestos del perímetro. Especialmente elocuente es la falta de minutos en el base serbio, al que se le destacó por su experiencia en la Euroliga en la que acumula cuatro minutos este curso.

La plantilla azulgrana se estrechó de trece a seis efectivos en una gran segunda parte. Laso encontró su quinteto ideal con Baldwin, Howard, Cabarrot, Moneke y Hall, más las aportaciones de un Forrest que comienza a sumar acciones positivas a un lado y otro de la cancha. Ahogaron en defensa a la anarquía del Asvel y obraron una sólida remontada con un parcial de 11-31. Pero quedaban aún cinco minutos y el desgaste del sexteto chocó contra el físico del conjunto galo.

Con el encuentro encarrilado, Laso optó por dar un respiro a Moneke y controlar el ritmo con los dos bases, pero el resultado fue el contrario. Se sucedieron las pérdidas. De Baldwin, de Cabarrot, de Howard. Ataques que ni siquiera acaban en tiros y con el equipo descolocado. Edwin Jackson, ex del Barcelona de 35 años que hace dos temporadas estaba en LEB Plata en Menorca, aprovechó las oportunidades con sendos contraataques antes de que Theo Maledon pusiera la puntilla.

Los jugadores azulgranas salieron con la instrucción de pasarle los bloqueos por detrás al genial base del conjunto galo. La jugada salió bien al principio. Sus fallos compensaban el 0 de 10 de los visitantes desde la larga distancia. 6 de 23 al final del partido. Séptimo partido del curso y los azulgranas siguen sin superar los diez triples anotados. Y lo que es peor. Solo encontrando tiros liberados a rachas. Sin espacios y sin oxígeno, urge que en las próximos partidos se sumen más jugadores a un equipo al que la dirección deportiva confiaba que fuera mucho más largo en verano.