La Copa, un camino cada vez más espinoso

La posición actual del Baskonia en la competición liguera aún no desata el drama, pero sí es insólita y poco tranquilizadora. De momento, se mueve en los peores registros de las dos últimas décadas después de once jornadas disputadas. Hasta una sima idéntica cayó en el mismo tramo competitivo en las temporadas 2013-14 y 2014-15. En la primera de ellas, con Sergio Scariolo a los mandos, se logró rectificar lo suficiente el rumbo como para alcanzar la clasificación copera tras sumar nueve victorias al cierre de la primera vuelta. En el siguiente ejercicio, la destitución de Marco Crespi aupó a Ibon Navarro al puesto de primer entrenador, un reactivo que tuvo su efecto en la Euroliga pero que no alcanzó para clasificar al equipo vitoriano para la Copa.

Fue, en lo que va de siglo, la única ausencia baskonista en un torneo que siempre ha tenido un gran poder de atracción para el club vitoriano y su masa social, siempre dispuesta a aplicar el modo viajero en este tipo de citas. El formato de muerte súbita que presenta al torneo fue el escenario perfecto para que el equipo azulgrana comenzará a pisar fuerte en el territorio de la consecución de títulos. El presente impone sus prioridades, con la Euroliga como gran foco de atención y termómetro principal para calibrar la situación deportiva dentro de las oficinas azulgranas. Sin embargo, alcanzar la Copa del Rey no ha dejado de ser una meta de cumplimiento obligado.

Otra cuestión es que las fuerzas actuales, con Granger y Garino como bajas de larga duración, permitan al plantel azulgrana mantener un rumbo equilibrado en dos competiciones. Mientras se busca un refuerzo para cubrir, al menos, la lesión del alero argentino, los números y las sensaciones hablan de un Baskonia instalado en una inestabilidad continua.

La presencia azulgrana en la próxima edición copera está en riesgo y mantiene al conjunto vitoriano en una situación de alarma. Se necesita una reacción convincente y duradera en las seis jornadas que restan hasta cruzar el ecuador de la temporada regular ACB. Ni que decir tiene que dicha mejora tendrá que ir de la mano con los resultados en una carrera de larga duración como la fase regular de la Euroliga, que no entrega las notas y los puestos para cuartos de final hasta primeros de abril.

La competición continental ofrece una batalla cruenta cada noche, pero cada fin de semana le espera una trampa en la Liga ACB a un Baskonia poco fiable y que ya ha cedido derrotas imprevistas en su propio feudo como las sufridas ante el Unicaja o el Fuenlabrada. Ahora, su eficacia debe ser notable hasta el cierre de la primera vuelta liguera, con duelos directos con un buen número de equipos que, ahora mismo, comparten su objetivo de atrapar plaza copera. Siempre tras las difíciles resacas continentales, el Baskonia tendrá que recibir en el Buesa Arena al Joventut, San Pablo Burgos y Manresa y visitar al UCAM Murcia, Casademont Zaragoza y Gran Canaria. Nueve victorias siempre ayudan a colarse en la Copa. Diez suelen dar un pase seguro.