Una compleja tarea de prospección

La cuerda exterior se antoja corta para la exigencia maratoniana de la Euroliga, aunque la predisposición a los esfuerzos titánicos con el fin de tapar ausencias es una de las enseñas del equipo de Velimir Perasovic. En cualquier caso, el preparador de Split ya anunció tras el duelo ante el Valencia Basket que se busca un jugador que reemplace a Garino. Hay una necesidad clara, pero no hay soluciones instantáneas. En su prospección, el club vitoriano se topa con diversas complicaciones que convierten la adquisición de un jugador en una tarea ardua. La primera de ellas atañe a la propia composición de la plantilla azulgrana. El alero argentino contaba con pasaporte italiano, adquirido poco antes de firmar hace tres veranos con el Baskonia. Es una doble nacionalidad que que le asigna la plaza de comunitario. El problema llega cuando semejante condición se confronta con el hecho de que las dos plazas de extracomunitario que permite como máximo la Liga ACB están ya ocupadas por Pierriá Henry y Nik Stauskas.

Convertir a uno de ellos, o a ambos, en ciudadano europeo estuvo sobre la mesa del club azulgrana el pasado verano, aunque son operaciones estancadas. En el caso del base estadounidense, la alternativa de enrolarse en una selección que le otorgara la condición de comunitario quedó en suspenso. Para el escolta canadiense, el hecho de contar con antepasados lituanos abría una vía compleja, pero posible. Sin embargo, en este momento se trata de un procedimiento que no está, ni mucho menos, cerca de fructificar.

Cerradas ambas puertas, para el Baskonia se estrecha aún más un mercado que le dirige hacia la adquisición de un exterior europeo o con pasaporte 'cotonú'. Semejante limitación hace que el caladero estadounidense se convierta en mostrador en el que ver pero no tocar para la entidad vitoriana.

Mientras, el mercado registra movimientos entre los clubes de clase media, pero apenas hay cambios de fichas en la cúspide que conforman los competidores de la Euroliga. Entre los descartes NBA no hay jugadores de calidad contrastada mientras la competición estadounidense encuentra maneras de retener el talento con los denominados 'two way contracts', que mantienen a jugadores entre una franquicia NBA y su equipo vinculado a la liga de Desarrollo con un sueldo que compite de manera directa con lo que se tiende a pagar en Europa. Un club poderoso en lo económico como el CSKA mantiene pendiente la reposición del lesionado Will Clyburn. La entidad moscovita tiene el dinero, pero no encuentra el jugador que merezca la inversión.