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Carlos Pérez de Arrilucea
Martes, 4 de diciembre 2018, 00:56
El Baskonia está en el mercado. La frase puede que resulte manida, pero recordarla responde a una situación necesaria y urgente. La entidad azulgrana gastó el primer comodín del cambio de entrenador con la destitución de Pedro Martínez y el retorno del Velimir Perasovic. ... El acierto de una medida tan dura está aún por ver mientras las dos últimas derrotas ante el Armani Milán y el Anadolu Efes inyectan una presión superlativa al conjunto azulgrana en la Euroliga. Visto el panorama, la entidad de Zurbano busca un refuerzo, aunque sin transmitir demasiada premura. La lesión de rodilla de Patricio Garino podría ser la coartada perfecta, pero también está asentada en el Baskonia la sensación de que algo más hay que hacer para reconducir la deriva continental.
La búsqueda de un nuevo jugador puede responder a necesidades inmediatas como la de tapar el hueco que deja el argentino, pero también podría traer implícita la asunción de que ciertos retoques estivales que no terminan de encajar en el engranaje azulgrana. Shavon Shields ha caído en picado en su protagonismo y aportación desde la llegada de 'Peras' y Darrun Hilliard mejora prestaciones pero sigue sin ser un jugador capaz de marcar diferencias en el exigente nivel que impone la Euroliga.
Carencias exteriores La baja de Garino es la coartada perfecta, aunque Shields y Hilliard siguen sin marcar diferencias
La escasez productiva no solo ataca a los primerizos en la casa azulgrana mientras cunde la sensación de que falta una pieza exterior que dé una vuelta de tuerca más al equipo. Velimir Perasovic tiene, en estos momentos, a diez jugadores sanos y aptos. De este grupo quedan excluidos el invisible Ajdin Penava, los lesionados Tadas Sedekerskis y Patricio Garino y el canterano Miguel González, asiduo a las últimas convocatorias pero sin minutos de juego. El problema es que, entre ese grupo de diez disponibles, hay jugadores que también atraviesan su personal bache de rendimiento. Los anhelos por encontrar el mejor jugador posible a buen precio chocan con la realidad de un mercado escaso a estas alturas de año.
A las necesidades del club baskonista, con una plaza de extracomunitario libre, podrían ajustarse jugadores ahora sin equipo como Ricky Ledo o Brandon Paul, ambos con su cuota de experiencia a las órdenes del croata durante su última etapa en el Anadolu Efes. Se trata de exteriores de cierto caché que no aceptarían dejar la cola del paro más que por un contrato para toda la temporada. En este punto, entra en juego lo que proponga el Baskonia, habituado a cubrirse las espaldas con una primera propuesta de carácter temporal y las aspiraciones del profesional tanteado. Y en momentos de escasez, tampoco conviene olvidar la importancia de las relaciones, buenas o malas, que pueda tener el Baskonia con las principales agencias de representación que dominan el mercado.
En cualquier caso, el mercado estadounidense vuelve a ser el recurso al que agarrarse por parte de Baskonia. Los descartes de la NBA siempre tienden a animar el mercado europeo por estas fechas, aunque también surgen oportunidades a este lado del Atlántico, cuando jugadores de cierta valía se desvinculan de los clubes en los que habían arrancado la temporada. Es el mercado del que vive pendiente el Baskonia.
El Baskonia sufrió en sus carnes el viernes cómo se las gasta Vasilije Micic, el rostro más reconocible del nuevo Anadolu Efes. El exterior serbio fue una pieza clave en el triunfo de los otomanos ante la escuadra azulgrana, que permite mantener abierta una racha positiva que ya acumula cinco victorias. El balcánico se ha apropiado del puesto de timonel principal a las órdenes de Ataman y su momento dulce le ha permitido ser nombrado MVP de noviembre en la máxima competición continental.
El Efes acredita su mejor cómputo de victorias consecutivas en la Euroliga desde hace cinco años bajo la batuta de un Micic que ha promediado en el último mes 13,3 puntos, 6 asistencias, 3,7 rebotes y 18 de valoración. Su brillantez contrasta con el segundo plano en el que se encuentra Shane Larkin, inicialmente destinado a gobernar el timón del Efes.
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