Contracrónica del Granada - Baskonia

McIntyre conserva el aplomo bajo presión

La ACB no consigue que sus partidos tengan el dinamismo y ritmo que persigue con reglas como el saque rápido introducido la temporada pasada. Los parones del juego sobre la pista nazarí fueron recurrentes e impidieron al Baskonia mantener el elevado ritmo del partido que impone Moneke. El nigeriano saltó a la cancha tras unos primeros cinco minutos de mal baloncesto en ambos bandos y cambió la energía de un partido en el que volvió a destacar el aplomo de Miller-McIntyre.

El base que medita antes de los partidos, pese a ser uno de los señalados del pésimo inicio y a la mejor puesta en escena de Mannion, fue decisivo en el tramo final del encuentro. El timonel de Carolina del Norte con pasaporte búlgaro saltó a la cancha a falta de siete minutos para el final y con cuatro asistencias, seis en total, condujo a los azulgranas hacia la victoria. El flamante debutante en la Euroliga aprovechó la ansiedad granadina para colocar el 70-79, activó a Khalifa Diop en el pick and roll para que el pívot mantuviera la ventaja en el intercambio de golpes y generó ventajas en el ataque en estático cuando el rival subió la intensidad.

La engrasada adaptación de Moneke al conjunto de Peñarroya es una evidencia a cada partido que pasa. El ala-pívot se convierte en muchos tramos en el principal generador de juego ofensivo y en el termómetro que marca la intensidad del equipo, decisiva para que el Baskonia, que ayer recuperó la puntería triplista (40%), no tenga complicaciones en su camino hacia la Copa.

El nigeriano está bien acompañado por Costello y Sedekerskis. El lituano en la ACB recuerda a un repetidor en el patio del colegio. El chico de uno o dos cursos más que entra en la pista, se va a de todos por pura zancada y velocidad, terminaba con un mate o una finalización espectacular y se marchaba. Lo mismo ocurre con el canterano. Fue el autor de un mate tras remontar la línea de fondo que eliminó la espesura inicial del duelo, aprovechó también su superioridad física para ser un baluarte en el rebote y tiene agilidad mental para la toma de decisiones. Hasta que desaparece en ataque. Ahí está su siguiente paso.