La cantera se somete a la selectividad

Con el ascenso de Pavel Savkov y Ousmane Ndiaye a la primera plantilla azulgrana, casi un tercio del material humano que moldeará Pablo Laso hunde sus raíces en la cantera. Cuatro de los trece jugadores que componen el plantel vitoriano acumulan cursos en las aulas de Betoño. Desde el caso más longevo (Sedekerskis, firmado en 2013) hasta la última incorporación a la disciplina alavesa (Ndiaye, traído en 2022), el ala-pívot senegalés que no cumple el requerimiento de cupo formativo. Savkov, Sander Raieste, el capitán y Khalifa Diop ocupan las cuatro plazas obligatorias.

Naturalmente, no todos los casos de baloncestistas criados en Zurbano encaran el mismo grado de obligaciones. Un jugador se halla absolutamente consolidado como un icono del baskonismo (Sedekerskis), otro afronta su examen final después de numerosos parciales (Raieste) y los menos rodados se asoman a la selectividad que supone lucir el escudo del carnero.

Sin duda, Tadas representa todo aquello que un club espera después de abonarlo durante tantos ejercicios. Hasta el punto de que los cimientos del nuevo proyecto que Laso dirigirá en su retorno a Vitoria casi tres décadas después descansan sobre tierra ya conocida. Las renovaciones de Markus Howard y el emblema lituano más la continuidad de Chima Moneke, el cuchillo vertical que cuajó una temporada sobresaliente tras destacar en Manresa y vivir fuera del foco en Montecarlo.

De hecho, la extensión del contrato al 'tres y medio' báltico termina por enraizarlo profundamente en Zurbano y aleja el peligro que acechaba en modo de ofertas salvo que el comprador rellene la caja fuerte azulgrana. El lituano, un emblema del Baskonia por compromiso y entrega, era una pieza muy codiciada en el mercado internacional. Su resiliencia no admite dudas después de cesiones a Huesca, Burgos y su país natal más la involución a la que le sometió Neven Spahija.

Raieste, en cambio, no ha recorrido la senda entre la esperanza y la realidad. El club mantiene aún viva la llama, pero el alero estonio necesita rendimiento inmediato a los ocho años de que lo reclutase la secretaría técnica azulgrana. Algunos chispazos de pirotecnia al término de la última campaña entre demasiadas noches intrascendentes. Apura, tal vez, su oportunidad definitiva bajo el techo elevado del Fernando Buesa Arena. Arturs Kurucs ya dejó Betoño tras dos legislaturas completas.

Los dos últimos en escalar hasta el campo-base que lidera Laso conocen la ACB de perfil y todavía han de madurar los brotes verdes que enseñan. El escolta ruso y el 'cuatro' africano son, según la teoría, los dos últimos de la rotación. Savkov, de físico muy delgado, desempeñó un papel residual como cedido durante medio curso en Fuenlabrada. Ndiaye sí firmó números el último ejercicio en el descendido Palencia antes de someterse en enero a una intervención quirúrgica. Tiempo de aprender dentro de un club que exige buenas notas.